LA ENERGÍA PIRAMIDAL EXISTE Y FUNCIONA


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¿CREER EN CUATRO VARILLAS?

Pudiera ser una buena aliada natural para una vida mejor, pero hasta hoy la tildan de pseudociencia o no le dan importancia: sin embargo, la práctica se ha adelantado a la teoría.

En mí la energía piramidal ha dado resultados, asegura Julio Antonio Rego Brache.
Dice no importarle las controversias que puedan existir entre los científicos sobre la autenticidad, el nombre u otros aspectos relacionados con lo que ocurre o no dentro de una pirámide, porque... "yo estaba desbaratado y semiinválido y ya me pueden ver".

A este pinareño de 52 años se le presentó agresivamente la esclerosis múltiple en febrero de 2001. Aunque fue atendido de maravillas, hacía crisis cada tres o cuatro meses hasta que por casualidad supo que existía la llamada energía piramidal.

En el 2001 Julio necesitaba de auxilio para desplazarse. En la actualidad junto a la pirámide que considera le ha devuelto a la vida.

"Un día llegué a casa de una tía que vive en Santa Fe y la encontré sentada en el patio dentro de una pirámide. Me dijo que trataba de quitarse un ataque de migraña que la tenía loca. Después de 45 minutos, salió aliviada y me habló de esa terapia, además de prestarme una conferencia sobre el tema".

Julio se interesó por el asunto y bien pronto, con las sesiones diarias en su pirámide, comenzó a notar la mejoría. Dejó los esteroides y sólo se inyectó un complejo vitamínico durante un tiempo.

"La esclerosis múltiple no se puede curar, pero he mejorado ostensiblemente: ya no estoy en un sillón de ruedas, ni uso muletas, tan sólo un bastón para mantener el equilibrio y desaparecieron los fuertes dolores de cabeza. Desde abril de 2002 no he tenido más crisis de mi enfermedad", afirma.

-¿Y no habrá algo de psicológico en todo esto?
"Pienso que sí. Pero yo no soy ese caso, porque ni me impresiono mucho ni soy muy creyente. Tengo mis resabios: creo en esas cuatro varillas que tú ves ahí porque de verdad estoy convencido de que me han hecho bien: me lo han demostrado", afirma rotundamente.



"SIGUE CON LA PIRÁMIDE"

Nadia Ilina tuvo su primera crisis de esclerosis múltiple en 1987; en 1997 le dio otra que le afectó la voz y las posibilidades de seguir en sus labores de profesora; después tuvo cuatro más hasta que el tres de agosto de 2003 se sentó por primera vez en una pirámide.

Ahora ella cuenta sus experiencias:
"Estaba muy mal. Hoy me doy cuenta de hasta dónde llegué y lo que he recuperado, porque apenas podía coordinar el pensamiento y el habla; lo que decía era como si saliera de un robot. También presentaba torpeza para caminar y la fuerza muscular era casi nula".

Con la terapia piramidal –incluida el agua– Nadia ha mejorado progresivamente y próximamente podrá reincorporarse al trabajo, aunque no como profesora. Sigue, además, un plan médico que incluye un complejo vitamínico inyectable cada 15 días.

Afirma que su médico –el neurocirujano Sergio Márquez– al comprobar sus avances le dijo: "Sigue con la pirámide".

También Noelia Gutiérrez González experimentó mejorías de sus afecciones al ser tratada en Camagüey por el doctor Ulises Sosa, padre de la aplicación de la energía piramidal en Cuba, especialista de segundo grado en Ortopedia y Traumatología y máster en Medicina natural y tradicional.

"Primero fue una neuritis lo que se me presentó y con 21 días de terapia piramidal desapareció el padecimiento. Para la epicondilitis bastaron 15 sesiones", asegura esta pinareña radicada hace años en la capital de los tinajones.

Como Julio, Nadia y Noelia hay decenas de pinareños que han recibido los beneficios de la llamada energía piramidal y su calidad de vida ha mejorado.

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NO AFILA LAS CUCHILLAS

Elio Jesús Crespo Madera es el jefe del Departamento de Física de la universidad Hermanos Saíz y está al frente del Grupo Provincial de Energía Piramidal, creado el 26 de abril de 2003.

"Estamos en presencia de uno de esos casos ante la ciencia donde lo práctico se ha anticipado a la teoría. Pese a los incrédulos y escépticos, hay resultados positivos, aunque algunas cosas se han desvirtuado y sobredimensionado”, expone.
Dentro de esto último sobresale el supuesto filo que afirman algunos le da la energía piramidal a las cuchillas de afeitar, convirtiéndolas prácticamente en eternas.

Al respecto, Crespo Madera explica: "No se trata de que las afila sino de que elimina toda la humedad que queda en la cuchilla y así ello posibilita que las propiedades del acero duren más" –en algunos casos, varios meses en lugar de 20 ó 30 afeitadas– pero al final siguen siendo desechables".
El Grupo ha dado conferencias en centros laborales y estudiantiles; ayudado a los interesados a construir y orientar sus pirámides; e indicado a sus miembros cómo hacer las investigaciones para que tengan validez y no sean simples anécdotas.

El pasado sábado concluyó un curso en la Universidad vueltabajera en el cual se expusieron varios trabajos ya con rigor investigativo. Los resultados concluyen que sí ocurre "algo" en el interior de las pirámides.

"Hasta ahora ha sido más fácil callarse, no darle crédito o burlarse –incluso en varias publicaciones– que dedicarse a investigar, a buscar las causas de lo que pasa con las pirámides cuando se hacen con las medidas correctas y se orientan adecuadamente", dice el profesor Elio.

Testimonio piramidal sobre cuchillas y otras cosas

CINCUENTA SÍ, SIETE NO

El efecto de lo que sucede dentro de las pirámides fue comprobado por la doctora Martha María Morera Negre, especialista de primer grado en Gastroenterología del hospital Abel Santamaría.

Durante tres meses realizó un experimento con dos grupos de 57 pacientes cada uno aquejados de trastornos de motilidad esofágica, hernia hiatal, gastritis en sus variantes aguda y crónica, y úlcera duodenal.

Un grupo recibió los tratamientos con los diversos fármacos indicados para estas dolencias. El costo de lo empleado en ellos fue de 1632 pesos. En 34 resultó efectivo el plan y en los 23 restantes no.
Los otros 57 eran en su mayoría pacientes con las posibilidades médicas agotadas. Se les dijo que se iba a experimentar con ellos y estuvieron de acuerdo. Sólo siete no respondieron como esperábamos, aunque sí mejoró su calidad de vida.

"Tomaban aproximadamente litro y medio de agua piramidal al día y recibían tres sesiones a la semana, por 30 minutos como máximo, en una pirámide que hay en el Instituto Superior Pedagógico", relata la doctora Martha María.

Este experimento concluyó en marzo de este año y los 50 pacientes asintomáticos tras las sesiones de energía piramidal se mantienen así, según se ha comprobado en sus visitas a consultas.


ES MÁS FÁCIL DECIR NO

Los experimentos con pirámides han demostrado que reducen los malestares físicos de un número considerable de padecimientos y que aceleran la curación de otros.

Todo indica que su acción terapéutica está basada en el establecimiento del balance energético en el organismo, además de equilibrar los líquidos corporales: cuando esto se logra hay salud, hay calidad de vida.

Aunque no se ha podido comprobar que les haga algún daño, sólo está contraindicada su aplicación en embarazadas, en los que tienen marcapasos o cardiopatías severas y en los que se aplican radioterapia.

En la agricultura pudiera ser ideal esta técnica para la conservación, desinfección y germinación de semillas, entre otras aplicaciones.

Sería una alternativa para la conservación de alimentos, a los que además les mejora el sabor.
Se ha comprobado que recupera los discos de computación dañados en su banda electromagnética.
Es incuestionable su bajo costo y las bondades de esta terapia, desconocida o criticada por muchos en el país, aunque existen sobradas referencias internacionales.

El encuentro con la energía piramidal me hace recordar un postulado que se le atribuye a Leonardo Da Vinci:

"No se puede amar ni odiar algo si previamente no se conoce. Defender o denigrar una cosa, una idea o una ciencia sin conocerla es estúpido e inútil, sería el fundamento de la ignorancia".


SENTIR PARA CREER

Con la carga de estrés de varios meses sin disfrutar de vacaciones; algo de dolor en la hernia discal; dificultades para dormir; y un peso en las piernas, enfrenté sentarme bajo esas cuatro varillas.
Para no predisponerme, antes de experimentar los supuestos efectos no leí nada sobre lo que manifestaban los que se sometían a esta terapia.

Estos son los resultados:

-El primer día sentí un cosquilleo en los pies. Noté que algunos cabellos eran atraídos por algo como un imán. Esto pasó a los cinco o diez minutos de estar dentro de la pirámide. También me dolió algo en el costado izquierdo del abdomen. Al salir me sentí más despejado y rápido de movimientos. Dormí tres horas y media en la tarde y muy bien en la noche.

-En la segunda sesión apenas sentí un cosquilleo en la pierna derecha y un poco de sopor, pese a que eran más de las cinco de la tarde. Volví a dormir muy bien.

-En la tercera, noté algo de mareo dentro de la pirámide y fuera de ella. Tenía la vista un poco nublada y ese malestar me duró más de dos horas.

-De la cuarta a la sexta sesiones continué experimentando un ligero sopor y el cosquilleo en el pie y la pierna derecha.

Al final del tratamiento –insuficiente según los especialistas– gané algo en ligereza de movimientos y en calidad en el dormir. El dolor ligero en mi espalda no cedió, pero tampoco aumentó aunque caminé más durante todos esos días y los que le siguieron.


DE HORMIGAS, PLÁTANOS Y MÁS

Hay experimentos que atestiguan que sí suceden fenómenos tanto dentro de las estructuras como en sus alrededores y en el área que queda inmediatamente debajo de su superficie, a la que los investigadores denominan efecto de la pirámide invertida.
Al capitán del MININT Luis Alberto Pérez Mena le preocupaban los hormigueros existentes en el patio de su unidad.

Colocó encima de tres de ellos una pirámide abierta y menos de 48 horas después los insectos desaparecieron, algo que antes había sido infructuoso con otras técnicas.


Nadia Ilina probó con un plátano fruta maduro: lo cortó a la mitad y una parte la puso dentro de su pirámide y la otra alejada de ella, pero en un área en la que las condiciones ambientales fueran similares.

La que quedó dentro de la estructura se secó sin pudrirse; la otra se llenó de guasazas y se descompuso rápidamente.

Ella también probó con una plantica que no avanzaba como esperaba. La colocó debajo de una pirámide pequeña y a los pocos días observó su lozanía y reverdecer.
Algo parecido le sucedió a la doctora Alejandrina Peña Remigio, especialista de segundo grado en Pediatría y terapeuta floral:

En Las Terrazas le regalaron un ñame de una hermosa planta, pero le advirtieron que era muy difícil su reproducción fuera de su entorno y que sólo florecía en abril.

"Lo puse en una maceta dentro de una pirámide y no sólo se desarrolló rápidamente sino que floreció fuera de la época prevista", afirma.

También hizo vino de uva caleta con la llamada agua piramidal y pudo utilizar la masa tres veces, sin alterar la composición del producto final, algo que de usar el líquido normal no ocurre.
Otros experimentos realizados le hacen asegurar que el agua tratada dentro de las pirámides es inmejorable para regar los cultivos y aplicársela sobre la piel para que mantenga su lozanía.

Sábado 17/7/2004

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