REGULACIÓN DEL EFECTO PIRAMIDAL
CES - CONTROL EFFECTS SYSTEM
Cuando se entra en una pirámide cerrada, maciza o muy densa de más de seis metros de lado (a veces pasando los cinco metros) se produce un fenómeno muy curioso: Cada persona lo experimenta distinto, pero casi siempre es desagradable. Los síntomas suelen ser náuseas, vómitos y diarrea. Ello no ocurre en las pirámides de Egipto, por ejemplo, porque están dotadas de un dispositivo análogo a nuestras "parrillas de descarga", para controlar la energía piramidal.
La "Cámara del Caos" de la Gran Pirámide es el hueco donde estaba parte de ese dispositivo, pero en realidad, el hueco mismo lo es en alguna medida.
Lo que hubo allí, donde en el s. XVII encontraron restos de plomo y cobre y más tarde los soldados de Napoleón retiraron los últimos vestigios, era un sistema que aceleraba, reducía o permitía graduar el pasaje de iones eliminados por la pirámide. Además, el deterioro y la punta truncada, disminuyen notablemente el efecto.
Todas las pirámides cuentan con estas cámaras, que varían según su tamaño y diseño, así como el uso que debió tener cada una. Al faltarles la parte metálica, estos dispositivos (que servían para varias cosas más) funcionan muy poco y de modo único, sin posibilidad de regulación de la intensidad del efecto piramidal, por eso muchas personas orgánicamente susceptibles (con un estómago cargado de iones positivos) se descomponen al entrar en las pirámides de Giza y otras.

SE RECOMIENDA: No beber gaseosas desde unas horas antes de ingresar a cualquiera de las grandes pirámides de Egipto (las de México están desorientadas y no funcionan o lo hacen al mínimo, además que son muy pocas las que están abiertas al público).
El 1º Grupo Osiris desconocía la existencia de la cámara del Caos, ya que entre 1984 y 1991, cuando no había internet, apenas se conseguía algún plano de las pirámides en algún libro. Parecía un hueco más, sin mayor importancia y sin medidas acotadas en los manuales, que para colmo estuvo cerrada muchísimos años y no disponíamos de foto alguna.
Cuando descubrimos que una pirámide cerrada o muy densa de más de cinco o seis metros de lado, así como las menores con gran masa (según densidad), producen descomposturas intensas, analizamos la cuestión y comprendimos -gracias a un médico brasileño- que la causa del malestar es la eliminación demasiado rápida de los radicales libres, especialmente de la mucosa estomacal.
Aunque es un efecto extremadamente benéfico, el cerebro no sabe interpretar lo que ocurre y reacciona según su natural programación: deshacerse de cualquier cosa que haya provocado una modificación no conocida en el organismo.
Este efecto está relacionado al tamaño, aparte de la densidad, porque cada cuadrícula de la Red Hartman es de unos 2,1 a 2,5 metros en promedio, pero la Red Curry (en cierto sentido más potente) es de unos cuatro metros. Al abarcar más de un meridiano de dicha red, el efecto piramidal se potencia. Pero esto último terminamos de comprenderlo hace unos pocos años, gracias a las investigaciones de algunos geobiólogos españoles, especialmente el Sr. Carlos Requejo y al Sr. Daniel Rubio Guerrero, quienes han hecho grandes aportes y avances sobre los trabajos del "Padre de la Geobiología" Antoine Bovis... Padre que comparte la Piramidología...
Antes sólo sabíamos lo que ocurre con las medidas de las pirámides y su densidad.
Volvamos al Iº Grupo Osiris: Entonces, -pensamos- no podremos hacer pirámides para vivir, de más de seis metros como normal o cinco metros máximo, como precaución. Pero el ingeniero Arturo Weiss -director técnico de una famosa marca de electrónica- nos ofreció su ayuda y con su sabiduría y bajo los parámetros físicos claramente expresados por el Dr. Roberto Balmaceda, consiguió comprender que el mecanismo que produce la eliminación de radicales libres puede ser ralentizado.
Diseñó para nosotros un mecanismo simple con unos pocos componentes electrónicos, que pudimos probar en dos grandes pirámides de aluminio (de tres metros de base y más de una tonelada de peso) y posteriormente en dos casas piramidales construidas en Brasil con nuestra asesoría.
En la primera de ellas, por tratarse de un edificio de tres plantas, íbamos a dejar todo listo para colocar la parrilla después de finalizar la construcción y probar diferencias, pero los obreros se empezaron a descomponer en cuanto se colocó el piramidión y faltando casi todas las terminaciones.
Colocamos la parrilla y pudieron seguir trabajando sin inconveniente alguno. El día de la inauguración de la segunda casa, el propietario decidió hacer una prueba. La mayor parte de la gente (casi todos burlescos escépticos de la energía piramidal) estaba en el patio y todos habían estado largo rato dentro de la casa sin sentir nada desagradable.
Desactivamos la parrilla en presencia de más de diez personas, entre los arquitectos, mis compañeros, el propietario y sus familiares... Resultamos todos muy, pero muy apresurados por entrar a los servicios. Colocamos la parrilla en su sitio y en pocos minutos estaba todo en orden. Nunca volvió nadie a descomponerse, pero los efectos bacteriostático, miorrelajante, sedante, antioxidante, etc., permanecen sin variación. Nada se pudre en esa casa ni en ninguna pirámide bien construida. En esta segunda casa que se construyó con los mismos planos, la parrilla fue lo primero en colocarse, pero se colocó un dispositivo para anular o reconectar la parrilla, lo que permitió aquella prueba con los escépticos.

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Esta cámara funciona por principios físicos relacionados al magnetismo, de modo que no consume pilas ni energía alguna, pero es tan indispensable como el caño de escape para un motor. No es necesario en pirámides de menos de cinco metros y densidad normal, pero si es mayor y no lo posee, aunque no existe riesgo alguno tratándose de materiales paramagnéticos, ocurrirá que las personas que no están acostubradas a esa intensidad de efecto, sufrirán descomposturas que pueden durar desde minutos hasta horas. Una descompostura muy terapéutica, pero desagradable y que se puede evitar.
En el año 1999, cuando me puse en contacto con expertos en las pirámides egipcias y pude ver fotos y más datos de la cámara del Caos, comprendí aún más lo maravillosamente avanzada de la tecnología de los constructores de las Grandes Pirámides del Mundo. No han de haber sido necesariamente extraterrestres (hipótesis tan innegable como improbable), pero lo cierto es que nuestros mayores avances científicos apenas están rascando la piel de la Antigua Ciencia de las Pirámides. No se cuánto más avanzaremos y si llegaremos a "radiografiar los huesos" de esta Ciencia, pero al menos las pirámides sirven para curar y cuidar los nuestros.
NOTA: Las parrillas de descarga de Piramicasa son instaladas gratuitamente por nuestro personal. Están incluidas en la venta de planos y en las casas y bungalows piramidales.
Piramicasa :Gabriel-Silva: Piramicasa.