DE ARMONIZACIÓN DE VIVIENDAS Y NEGOCIOS MEDIANTE LA TÉCNICA CHINA DEL FENG SHUI (parte 3)
UN COMERCIANTE AL BORDE DEL SUICIDIO
Algún día –lo prometo- voy a escribir mi autobiografía. En ella, no faltará sin duda un capítulo especial para la colección de casos difíciles que me ha tocado resolver y, en muchos de ellos, verme obligado a atravesar situaciones, a veces insólitas, en ocasiones incómodas, fueron moneda corriente.
Pero en pocas circunstancias he transpirado tanto como cuando, años atrás, suena el teléfono de mi oficina y al aparato aparece la voz de un desconocido asegurándome tener en ese momento una escopeta cargada y apoyada contra su pecho, dispuesto a suicidarse. Voy a ahorrarles buena parte del suspenso; no se trataba de una broma., lo que pude comprobar fehacientemente más tarde.
Imagínense ustedes, si en un momento en que bucólicamente se encuentran tomando un café y leyendo el diario de la mañana, distendidos, y de pronto el teléfono trae semejante “convite”. Rápidamente pensé que podría tratarse de un “chuzo” dispuesto a perder –y hacerme perder- el tiempo, pero la duda subsistía. ¿Y si fuera verdad?
Comencé una larga, muy larga conversación, animado por las palabras de la esposa del hombre que se escuchaban por el teléfono a la distancia. Resultó ser un viejo oyente de programas radiales míos (“un seguidor a muerte”, como él mismo se definió, aunque yo pensé en ese instante que el “a muerte” lo había exagerado), comerciante en textiles para más datos, cuyos negocio había caído estrepitosamente en sus ventas a lo largo de los dos últimos años, las deudas lo superaban, cualquier proyecto alternativo que hubiera podido encarar aparecía ensombrecido en el futuro por cuestiones legales y financieras, y, para colmo, un socio al cual se había unido, confiando en poder encontrar así una solución, acababa de estafarlo en una suma importante de dinero, el poco que había podido reunir para enfrentar compromisos urgentes que evitaran toda quiebra, embargo y remate. Así que el hombre, con dos hijos mayores de edad que dejaba sin cargos de conciencia por estar ya encaminados en su vida laboral, y seguro que la familia no dejaría en la calle a su mujer, estaba decidido a acabar con todo.
Y allí comencé a hablar. Ya se imaginarán: la vida, Dios, los nietos, hoy es el primer día del resto de nuestra vida, que las cosas hayan sido un desastre hasta ayer no obligan a serlo mañana... en fin, esa andanada de buena onda necesaria para ganar tiempo y acudir a otros métodos, más cercanos a la hipnosis y el mentalismo, para intentar que desistiera de su accionar. No lo creerán, pero dos horas y cuarto estuve hablando, y hablando, y hablando, hasta que la mujer tomó el teléfono y con voz agotada me dijo que su marido le había alcanzado el arma y estaba llorando. Le pedí que lo pusiera otra vez al habla, y dialogamos durante una hora más. Imaginen cómo quedó mi pabellón auditivo después de esa experiencia.
Al día siguiente me senté en la casa de Fermín –tal el nombre de pila del frustrado suicida- a conversar con él y su familia. Ciertamente, la razón de sus males económicos y financieros no tenía nada de esotérica, la debacle económica del país, la perversidad de un aprovechado y la dureza de algún banco componían esta mezcla explosiva que había sumergido a un luchador de cincuenta y ocho años en la angustia y la depresión. Pero también era cierto que yo podía sugerir algunas ideas para ayudarle, así que pensativamente me dediqué a observar la casa.
Se trataba de una típica clase media, con buen gusto por la decoración pero, eso era obvio, unos nulos conocimientos respecto a la distribución de energía. Orgullosamente Fermín me paseó por los ambientes, y a mi paso me escandalizaba tanta mala suerte inconsciente para diseñar una vivienda. Por ejemplo, todas las habitaciones interiores tenían puertas opuestas a puertas –por ejemplo, la que permitía el ingreso a esa habitación mirando directamente a la que posibilitaba pasar a la siguiente- lo que hacía que la energía que entraba saliera de inmediato creando a su paso tensiones y disturbios. Esto era aún mucho más grave en el casillero K’an (número 1) donde dos puertas más dirigían directamente al Li (número 9) con una puerta trasera que salía a un patio, lo que provocaba que el dinero que entrara a la casa “saliera2 como arrastrado por un ventarrón.
Antes de continuar es necesario comprender que el dinero es energía, y si no sabemos verlo como tal nos costará mucho conseguirlo. Lo que llamamos “dinero” –billetes y monedas- no es dinero en sí, son sólo “cosas”, símbolos de otras. Un billete de cien pesos no vale en papel esa suma, sólo por representar (lo que hace a un símbolo) una cierta cantidad de oro en las arcas del Banco Central. De hecho, hasta unos treinta años atrás aún podía leerse en los billetes que circulaban en Argentina la frase “El Banco Central pagará al portador la suma de .......pesos en oro”, lo que demostraba que tal papelito impreso es sólo un pagaré. Lo mismo ocurre con las monedas, cuyo valor material es inferior al que se le asigna. Por eso no puede combatirse la pobreza imprimiendo más billetes; como cada uno representa una parte fija de las reservas de la Nación, si aumenta la cantidad de papeles –pero no la de las reservas- cada uno de aquellos representará una porción menor del tesoro nacional y la moneda se habrá así devaluado-. Ahora bien, enseña el psicoanalista argentino doctor Norberto Litvinoff, que todo símbolo es “una máquina psicológica transformadora de energía”. El dinero, en tanto y en cuanto es símbolo, genera y transforma la energía que se materializa en los cambios que producimos en nuestra vida cotidiana.
Y además se comporta como una energía física. Si no lo tengo, no “pasa” energía suficiente para hacer funcionar la máquina de mi vida. Si lo acumulo en demasía y no lo distribuyo, la “sobrecarga” puede destruirme. Mientras no entendamos que no se trata de un bien material que pasa de mano en mano, sino de fuerzas y conceptos simbólicos que nosotros mismos hacemos fluir por los conductores de nuestras vidas, nuestra relación con él será problemática. Dicho de otra forma, mientras no sepamos que su principal papel es alimentar al arquetipo del Negociador de nuestro inconsciente, seguiremos sin entender que entre un linyera y Bill Gates sólo hay una diferencia; en el primero, un Negociador fracasado. En el segundo, uno ambicioso, creativo y voraz.
Pero volvamos a la casa de Fermín. Así que se trataba de hacer fluir mejor la energía, para que el dinero fluyera mejor. Pero esas puertas... para colmo, las únicas habitaciones que no presentaban esas características eran tipo “cul de sac”, pequeñas habitaciones sin otras aberturas que la de entrada y sin ventanas, por lo que la energía, al entrar por la puerta y no encontrar salida, crea una confusión constante a los ocupantes de la casa o la habitación, precisamente lo que le pasó al matrimonio cuando no pudo evaluar objetivamente las consecuencias de aceptar aquél socio nefasto o cometer otros errores operativos.
Hemos dicho que se ha comprobado reiteradamente que al aplicar la cuadrícula del ba-gua sobre el plano de una casa, se ve con asombro que los aspectos en que se andan más necesitados se corresponden con aquellos lugares en que las reglas del Feng Shui no se cumplen. Las casas son cada vez menos cuadradas, y bien puede faltarle un área, lo que se llama tener una “mordida” o tener un “agregado” –espacio de más- en alguna de ellas. Lo primero producirá carencias en ese terreno, mientras que lo segundo –siempre y cuando el “agregado” no sea mayor que la mitad de la longitud de la casa- puede ampliar la influencia benéfica de dicho sector.
Pero este no era el caso del pobre Fermín. Su casa tenía tantas “mordidas” que parecía que el sagrado Dragón celeste había tenido un opíparo almuerzo en el lugar mientras el Tigre blanco anduvo afilando sus uñas. Cierto es que hay muchas formas en que la correcta circulación de la energía puede ser “curada”, pero este era un caso difícil. Si bien el movimiento de objetos suele ser una buena solución, es sabido que no hay que precipitarse en cambiar las cosas de sitio –y los tiempos económicos de Fermín apremiaban-. En primer lugar hay que analizar cómo se siente uno energéticamente, y después ha de ver cuál de sus facetas quiere mejorar. Y, sobre todo, antes de comenzar es imprescindible realizar una “limpieza” a fondo –aquí hablo de tirar cosas viejas, después hablaremos de otras “limpiezas”- para desprendernos de todo cuanto sea inútil. Con ello nos deshacemos también de las cargas del pasado. Sin embargo, la gente suele aceptar fácilmente cambiar un mueble o poner un espejo, pero desprenderse de ínfimos objetos relacionados con su pasado es para ellos más doloroso, pues están apegados a sus recuerdos sin saber que de ese modo “ vampirizan” su propia energía y que, otra vez como expresión simbólica de nuestra mente inconsciente, sólo cuando nos desprendemos primero de lo viejo estamos preparados para que algo nuevo llegue a nuestra vida.
Hagamos entonces una lista de las cosas que conviene desembarazarse (por orden de peligrosidad):
Fotos de parientes o amigos fallecidos
Fotos de antiguas relaciones afectivas
Pertenencias personales de difuntos
Máquinas o herramientas metálicas descompuestas u oxidadas
Dinero caduco (sólo si se trata de la moneda del propio país)
Pertenencias de mascotas fallecidas o perdidas
Plantas negativas (ya veremos cuáles son)
Artículos eléctricos o electrónicos descompuestos
Prendas de vestir personales en desuso
Antigüedades no “descargadas” (un buen parapsicólogo puede encargarse de ello si le interesa conservarlas)
Juguetes de la infancia
Cuadros y adornos que se conservan por ser regalos y no por coincidir con nuestro gusto
Imágenes religiosas deterioradas
Espejos muy manchados o rotos
Muebles de más de cincuenta años (o “descargarlos” concienzudamente)
Así que mientras la esposa de Fermín comenzaba sin más ni menos a tirar cosas viejas –y es increíble cuántos trastos puede uno acumular- Fermín se paseaba por la casa con una mirada extraña. Así que apuré mi café y me despedí. Dos días después, una llamada de la señora para contarme las novedades y el ruido de martillos y tablones de fondo me hicieron saber que Fermín había encarado el proyecto más importante de su vida: refaccionar su casa para reconstruir su existencia. Fueron dos meses de arduo trabajo para esta gente, mientras nuevas ventanas se abrían y algunas puertas eran desplazadas de lugar, cortinas de colores pasteles reemplazaban a las caducas y flores y colgantes –de los que después hablaremos- comenzaron a lucir en todas las habitaciones. Cuando ya casi todo estaba acabado –el matrimonio había descubierto con sorpresa que con ingenio y manos habilidosas se necesitaba realmente muy poco dinero para cambiar totalmente la casa- esperaron resultados. Y no esperaron mucho: apenas dos fases lunares es el tiempo que necesita el Feng Shui para mostrar sus efectos.
DE ARMONIZACIÓN DE VIVIENDAS Y NEGOCIOS MEDIANTE LA TÉCNICA CHINA DEL FENG SHUI (parte 4)
TRISTE HISTORIA DE LA CANDIDA ENFERMERA Y SU YERNO EL CURANDERO
Era una triste, lluviosa mañana de otoño cuando, casi con vergüenza y tímidamente, Eloísa llegó a mi consultorio. Recuerdo su porte de baja estatura y abundante sobrepeso acompañado de una sonrisa que no parecía abandonar nunca su rostro. Casi pidiendo disculpas, se sentó frente a mi y comenzó a desgranar su historia.
Eloísa era enfermera, pero de esas enfermeras que van quedando pocas. Hecha a sí misma en la profesión (“a los ponchazos”, como humildemente se definió) tuvo constancia y tesón para aprender, a lo largo de treinta y cinco años de ejercicio, todos los gajes del oficio. Querida por todos, en su ambiente laboral –un hospital donde los facultativos prácticamente se disputaban su colaboración y a quien confiaban los pacientes más delicados- así como en el vecindario (donde no había inyección que se colocara o presión que se tomara que no fuera de las manos de Eloísa) económicamente había podido elevarse desde una situación por demás menesterosa hasta terminar su propia, agradable casita, criar y educar a sus cuatro hijos desde que enviudara tempranamente e, inclusive, darse maña para gozar de unas merecidas vacaciones todos los años. Más allá de esta vida que le alcanzaba para “estar en paz con Dios” –según sus propias palabras- Eloísa trabajaba todos los días, en ocasiones también los domingos, desde las siete de la mañana hasta la caída del sol. Y aún se hacía tiempo para ayudar a su hija mayor, casada y con un bebé, y a la segunda, a la que acompañaba cada domingo que el marido de la misma iba a levantar su propia casa a puro pulmón.
Eloísa era lo que plenamente puede definirse como una buena persona. Por ello, cuando sus asuntos comenzaron a complicarse, cuando presintió cierta frialdad en el trato de las autoridades del hospital, cuando los vecinos que habitualmente requerían de sus servicios apenas se limitaban a un saludo distante, no necesitó imaginar nada raro. Las múltiples ocupaciones de los primeros, y la salud mejorada gracias a Dios de los segundos, pensó, explicaba esos cambios de actitud hacia ella. Pero en los dos meses anteriores al día en que tomara la consulta conmigo, el horizonte se ensombreció rápidamente. Cierto día corrió el rumor en el hospital que comenzarían a prescindir de personal, y una jefa de planta, condolida, le comentó a Eloísa que su nombre era uno de los que se barajaba para un inminente despido. Un par de días después, por primera vez en los veinte años que vivía en el barrio, una bolsita de residuos desparramada por un perro fue motivo suficiente para que una vecina le gritara unas palabras procaces. No terminaba la semana cuando el único varón, el hijo menor, perdió su trabajo, la segunda hija –la que estaba haciéndose la casita- llegara por primera vez a la casa de la madre, llorando, revelando que desde hacía varios días la relación con el esposo se iba deteriorando rápidamente. Eloísa misma se sentía profundamente deprimida y con una sensación de desequilibrio orgánico que no podía definir, pero no tenía tiempo para atender su salud. La tercera hija (en orden de edad) recibió en esos días la intimación de desalojo por parte del propietario de la casa que alquilaba, apenas por dos meses de retraso en el alquiler.
Dos semanas más tarde, el matrimonio de Carolina estaba a punto de romperse y Daniela, que ya había dejado la casa sin entrar en conflicto con el propietario, había aceptado la invitación de su hermana de “ir a pasar unos días para acompañarla”, si bien ambas sabían que eso iba para largo, porque Daniela no tenía donde ir y Carolina estaba a punto de separarse. Néstor, el hijo menor, seguía sin encontrar trabajo, y Eloísa, ahora preocupada por su salud, había recibido un diagnóstico preocupante: un fibroma que debía extirparse rápidamente. Agotada y confundida, preguntándose qué había hecho de malo en la vida para soportar sobre sus anchas espaldas tal avalancha de malas noticias en tan poco tiempo, Eloísa echó cuentas: había gastos inminentes, de medicamentos específicos que su obra social no contemplaba, de anestesistas que estaban fuera de la mutual, unos pesos a Néstor para empezar algo por su cuenta, algunos para ayudar a Carolina y otros para Daniela... así que, con dolor en el alma, hizo lo que nunca pensó que debía hacer: visitó, quién sabe desde cuándo, la pequeña caja fuerte que previsoriamente había contratado en un banco y extrajo, para vender , unos bonos con que le habían compensado el día que falleció su marido.
Eloísa no era mujer de finanzas y eso siempre le habían parecido meros papeles, prefiriendo guardarlo para un hipotético futuro o, porqué no, dejarlo a sus hijos. Pero recordó las veces que Luis, su yerno, esposo de Alicia, la mayor, le había sugerido venderlos en vez de tener tanto dinero parado, así como las veces que ambos le habían pedido que lo hiciera para prestarles ese dinero, a lo que la enfermera sistemáticamente se negó.
Así que aquí estaba sentada frente a mí, preguntándose (preguntándome) que estaba pasando. En realidad, ella quería que yo visitara su casa, porque otro parapsicólogo le había dicho que “le habían tirado una brujería dentro”. Claro que ella se había tomado el concienzudo trabajo de revisar todo, mueble por mueble, sobre el techo, en el jardín, pero nada había encontrado. Y cuando la estaba acompañando hasta la puerta, agregó: “...y si alguien me hubiera hecho algo así, sin duda mi yerno se habría enterado”.
-¿Cuál? –pregunté-
-Luis, por supuesto –me respondió.
Luis, el marido de Alicia. Luis, quien infructuosamente le había pedido que vendiera los bonos para prestarle el dinero y que ahora, sorpresivamente, se beneficiaría con la liquidez que la caótica situación, irónicamente, le había provisto a Eloísa. Luis, quien sabía al detalle la suma de dinero que esos bonos, esos inescrutables papeles, significarían para mi consultante. Una luz de alarma se encendió en algún lugar de mi cerebro.
-Y Luis...¿cómo es que se habría enterado? –pregunté con mi mejor cara de bobalicón.
-Bueno, porque el sabe de estas cosas. El es un curandero muy poderoso.
Según pude averiguar, este hombre devenido en “colega” –me produce cierta urticaria llamarlo así- ciertamente era algo más que un curandero. De hecho, practicaba un extraño culto por el que era más o menos conocido y en su juventud había sido instructor de artes marciales chinas. De manera que, debo aceptar que con bastante curiosidad, visité la casa de Eloísa.
Ciertamente, su interior denotaba el placer que esta mujer experimentaba de dedicar todos sus afanes a éste, su refugio. Abundante en adornos un tanto naif para mi gusto, nada hacía suponer que el ambiente estuviera particularmente “cargado”. Sin embargo, mi péndulo –que siempre me acompaña a toda investigación de este tipo- que en casi todas las habitaciones giraba en sentido positivo, hablando de la buena onda del lugar, sorpresivamente, al llegar a un pequeño comedor diario, lo empezó a hacer al revés, en sentido negativo. Miré a mi alrededor; nada extraño llamaba la atención. Entonces, me fui acercando mueble por mueble, objeto por objeto, y descubrí dos extraños adornos: eran como conos metálicos torneados, con volutas, pesados y algo chocantes a la vista. Ante mi curiosidad, la dueña de casa me relató que hacía unos tres meses, el bendito Luis se había aparecido un día con ellos por la casa, como un presente. Durante un mes, con cualquier excusa (que el aniversario de casamiento con su esposo fallecido, que el día de la abuela, que el día de su santa, que una liquidación de temporada, Luis o Alicia le habían visitado con otros adornos de regalo. Los penduleé una vez más, preguntándome mentalmente si estaban “cargados” o “trabajados” esotéricamente para ser algo así como talismanes de la mala suerte: el péndulo respondió, para mi sorpresa, que no. Pregunté al péndulo si cuando fueron obsequiados pasaron por algún extraño ritual o sesión religiosa. Nuevamente no. Inquirí si, cuando menos, había habido una extremadamente concentrada, maligna intención en el acto de pasar de malo. Otra vez, no. Así que ni parapsicológica, ni espiritual, ni mentalmente estos objetos habían sido portadores de mala onda alguna. En el colmo de la desorientación, pregunté si eran de por sí objetos absolutamente inocuos. La respuesta, esta vez, fue sí.
Sin haber encontrado una solución a los problemas de Eloísa –apenas pude recomendarle sahumar su casa con algunos de mis efectivos mejunjes hasta tanto encontrara la raíz de sus problemas- volví a mi oficina. Era tarde en la noche cuando me quedé meditando en el croquis que había levantado de la vivienda mientras la iba estudiando. Repasé mentalmente cada habitación, pensando dónde podía haberse ocultado un elemento que perjudicara de semejante forma a sus habitantes. Y nada se me ocurría.
No sé por qué, me levanté y caminé hacia la biblioteca buscando algo que leer para distraerme. Mirando los lomos de mis libros, mis ojos se detuvieron en una antología del genial Edgar Alan Poe. Y recordé uno de sus cuentos, “La carta robada”. En él, un detective es convocado para hallar un importante manuscrito oculto por un hombre en algún lugar de su mansión minutos antes de ser asesinado. Los herederos habían dado vuelta la casa, pero nada habían hallado, hasta que el detective razona que nada está tan bien oculto como aquello que por dejarse a la vista hace que nadie desconfíe de ello. Y metiendo la mano debajo de un pisapapeles extrae el valioso documento.
Un pisapapeles. Mi mente voló hacia los bizarros objetos de metal. Nada está tan bien oculto... ¿Qué ataque de estético aprecio había llevado a este Luis a inundar de adornos la casa de su suegra?. ¿Porqué un diseño tan “ultramoderno” en los objetos cuando él sabía del gusto un tanto “retro” de Eloísa?. Nada está tan bien oculto...
De pronto se me hizo la luz. Me incliné sobre mi escritorio, extraje una cuadrícula del ba-gua que siempre tengo a mano y lo proyecté sobre la casa de la enfermera. Había algunas “mordidas” y otros “agregados”, pero eso no parecía importante. Y de pronto lo vi. “¡Eureka!” pude gritar, cuando observé que los objetos de metal estaban en el casillero 4 Sun (“Bendiciones de la fortuna”).
Obedeciendo a un pálpito, fui al teléfono y llamé a Eloísa. Le pedí que me hiciera una lista de .los regalos recientes de Alicia y Luis y la ubicación en la casa que habían ocupado, sobre todo después de asegurarme la propietaria que su yerno había sido particularmente minucioso en señalar en qué lugar debía colocarlos para “traerle buena suerte”.
Buena suerte. Je. La lista completa de objetos estaba situada, según el elemento que los conformaba, en los casilleros o puntos más energéticamente conflictivos de la casa, dañando por completo el “chi” que circulaba en ella.
Los elementos en el “ba-gua”
Los cinco elementos chinos, madera, fuego, metal, agua y tierra son, respectivamente, un reflejo de la influencia de los cinco planetas rápidos (Júpiter, Marte, Venus, Mercurio y Saturno) sobre la tierra y los seres humanos. Más que elementos son agentes o esencias espirituales que generan todas las sustancias materiales. Conocer la forma en que interactúan nos permitirá potenciar adecuadamente cada área del ba-gua, pues estos agentes se crean y se destruyen entre sí. Así, la madera produce fuego, el fuego la tierra, ésta el metal, el metal produce agua al fundirse y ésta produce madera. Pero el metal destruye la madera, ésta absorbe la tierra, la tierra destruye o absorbe el agua, ésta destruye el fuego y el fuego funde el metal. Ateniéndonos a esto, no debemos poner nunca metal en la casa de las Bendiciones (4 Sun), regida por la madera, ni madera en la del Autoconocimiento (8 Ken), regida por la tierra, ni tierra en la del Viaje de la vida (1 K’an) regida por el agua, ni volúmenes de agua en la de la Iluminación (9 Li), regida por el fuego, ni encender fuego en la de los Amigos generosos (6 Ch’ien), regida por el metal. Si así lo hiciéramos, dañaremos o destruiremos el “chi” (energía) de esa zona.
A cada uno de los cinco agentes se les atribuye también una forma y un color: Madera, forma alargada, color verde; Fuego, forma triangular, color rojo; Tierra, cuadrada y amarilla; Metal, redondeada, blanca. Agua, forma sinuosa, azul. Los “pisapapeles” que despertaron mi curiosidad eran conos con volutas, metálicos.
Instrumentos para potenciar la energía de cada casillero
Claro que así como hay elementos que perturban, también podemos enlistar elementos que potencien. Por ejemplo, cualquier área del ba-gua que falte se podrá representar poniendo un espejo o un cuadro con algún símbolo que lo represente. También podrán potenciarse las energías de cada área poniendo objetos del elemento asociado a cada una.
1 K’AN
viaje de la vida
Elemento: agua
Así, en el Agua, asociada a la profesión, irán bien plantas vigorosas o elementos relacionados con el agua, desde un acuario hasta piedras o caracolas marinas
2 K’UN
relaciones
Elemento: tierra
Cuando falta la tierra, asociada a las Relaciones Amorosas, los ocupantes tendrán dificultades para tener pareja o sostener una relación sin sobresaltos. Poner en ella fotos alegres de las personas vivas que se quiere, o dos objetos iguales, dos candelabros, dos corazones, dos ángeles, dos macetas, atraerá el amor.
3 KEN
relaciones familiares
Elemento: madera
El área del Trueno influye en nuestra salud y nos ayudará a cultivar las relaciones familiares, así como a estar en paz con nuestro pasado. Si falta, habrá una disminución de vitalidad, disensiones con familiares. Es un buen lugar para poner fotografías familiares –en grupo-, títulos académicos o de cursos varios, trofeos deportivos, etc.
4 SUN
bendiciones de la fortuna
Elemento: madera
El lugar ocupado por el viento, dispensador de bendiciones, nos aportará dinero y fortuna si lo tenemos siempre ordenado y situamos en él alguna planta robusta o adornos de calidad. La buena suerte, las satisfacciones y la abundancia llegarán pronto hasta nosotros si hay una proyección en esta área, pero si falta sucederá lo contrario.
5 TAI CHI
equilibrio
Elemento: todos
La zona del Tai Chi es el centro gravitatorio alrededor del cual gira nuestra vida. Debe estar limpia y fluir sin obstrucciones. Colgar en ella un cristal de cuarzo hará girar las energías de toda la casa. Si está ocupada por un pequeño jardín o un “bonsái” la armonía estará presente en nuestras vidas. Por ello este tipo de construcción se ha utilizado en muchas culturas tradicionales.
6 CH’IEN
amigos generosos
Elemento: metal
Si falta la zona de los Amigos Generosos se pueden tener problemas con los jefes y escasez de amistades, mientras que si hay un “agregado” el habitante de la casa se sentirá inclinado a las relaciones de solidaridad. Es un buen lugar donde poner un altar doméstico con figuras de ángeles o espíritus benefactores, y quemar incienso cotidianamente.
7 TUI
proyectos
Elemento: metal
El área del Lago está asociada a nuestros proyectos, la llegada de descendencia y la creatividad en general. Es un lugar ideal para el dormitorio. Y en cualquier caso, colocar flores en este emplazamiento o cuadros de ellas potenciará esta zona.
8 KEN
autoconocimiento
Elemento: tierra
La casa de la Contemplación es la única del ba-gua que no debería tener ni “mordidas” ni “agregados”. Si falta, puede ocasionar dificultades para tener hijos, y si hay un agregado hay tensión en la familia. Un espejo o un cuadro con un paisaje invernal o una iglesia pueden complementar su falta. El área del Autoconocimiento favorece la concentración, por lo que si hay en ella una habitación conviene situar allí el cuarto de estudio.
9 LI
iluminación
Elemento: fuego
Si falta la zona del Fuego, nos faltará también la confianza en nosotros mismos. Si el cuarto de baño está en ella, nuestra reputación se irá por el inodoro, mientras que si ponemos un reloj allí, seguro que tendremos fama de ser puntuales. Colocar en este punto objetos de arte o cosas bellas potenciará nuestra fama y popularidad.
A veces yo mismo no dejo de asombrarme por la efectividad del Feng Shui. Mis instrucciones a Eloísa –quien no se contentó con cambiar de lugar los objetos regalados por su ambiciosa hija y no menos maquiavélico yerno, sino que directamente los tiró a la basura- acompañadas de sugerencias para “redecorar” la casa le permiten, al día de hoy, conservar su trabajo, haberse hecho extirpar sin consecuencias el fibroma que le afectaba, y recomponer su situación familiar. Carolina se reconcilió con su esposo, Néstor está exultante con el lavadero de automóviles que decidió encarar y Daniela, aún alquilando, ha encarado su propio proyecto personal de vida.
Alicia y Luis siguen esperando
DE ARMONIZACIÓN DE VIVIENDAS Y NEGOCIOS MEDIANTE LA TÉCNICA CHINA DEL FENG SHUI (parte 5)
TODO SOBRE FLAUTAS, GATITOS Y CRITICAS INMERECIDAS
Posible forma de una casa y cómo ajustar el “ba-gua”
Hay que extender el ba-gua sobre el plano de la casa situando la puerta de entrada en la línea base, ya sea en el casillero 8, 1 ó 6. Por “puerta de entrada” se entiende aquella que más se utiliza, aunque no sea la principal. La misma operación se hará habitación por habitación, examinando las áreas de la misma que tenemos bloqueadas a causa del desorden o la existencia de elementos que estén en contradicción con esa área.
La situación de la entrada determina una serie de aspectos en la vida del habitante. Cuando se entra por el Cielo (casillero 6) será una casa en la que no faltarán viajes y trabajo. Si se entra por el Agua (casillero 1) será una casa en la que siempre habrá trabajo y novedades. Yen la casa en la que se entra por la Montaña (casillero 8), las personas se dedicarán más al estudio y la espiritualidad. En una habitación de chicos es preferible que la entrada esté en el casillero 8, porque así favorecerá la concentración en la escuela. Pero si tiene la entrada por el casillero 6, siempre se podrá incentivar el estudio por medio de una decoración más sosegada.
Instrumentos para elevar la energía
- Objetos brillantes: espejos, refractores de luz, cristales tallados y luces brillantes activan la energía.
- Las columnas en medio de una habitación producen cortes de chi. Para solucionarlo basta forrarlas con espejos en su parte superior. Lo mismo ocurre con las habitaciones en forma de “L”. El corte de chi producido por la esquina puede atraer críticas inmerecidas a los habitantes de la vivienda. Para solucionarlo se puede poner una planta en ese punto, un “carillón” o “llamador de ángeles” o un molinillo de viento por fuera del edificio.
- Campanillas, carillones y móviles que produzcan suaves sonidos son muy benéficos en los pasillos largos donde dispersan el chi que fluye demasiado rápido. Cualquier cosa que produzca un sonido agradable aumenta la energía.
- Todo aquello que esté vivo: peces, plantas, bonsáis, animales domésticos (especialmente gatos), también incrementa la energía.
- Los objetos simbólicos pueden servir para potenciar un aspecto determinado y deseado del ba-gua. Las flautas –por ejemplo- son espadas espirituales y si se les pone unas cintas rojas con siete nudos y se las coloca con la boquilla mirando hacia abajo, el chi fluirá mejor.
Lo que no se debe hacer
- Tener plantas que no sean autóctonas, las cuales absorben demasiada energía. Los cactus y plantas de hojas puntiagudas potencian la agresividad, pero a su vez la canalizan de una forma creativa, mientras que las de hoja redonda suavizan el fluir de la energía.
- Poner un mueble de esquinas cortantes o agudas muy cerca de una puerta, en el lugar de paso, producirá un corte de chi además de provocarnos serios golpes.
- Los espejos no deben estar en lugares visibles del dormitorio o no descansaremos lo suficiente, salvo que estén enfrentados. Tampoco deben colocarse espejos fragmentados o partidos “artísticamente” que dividen la vida y la personalidad.
- Es preferible no dormir con los pies hacia la puerta del dormitorio, ni en medio de una corriente de chi. Bastará colocar un boimbo entre la cama y la puerta para evitar una mala influencia del chi mientras se duerme.
- Colocar un armario o ropero frente a una ventana (tapándola) o la puerta de la casa (enfrentándola desde una pared opuesta) puede hacer que la riqueza de su interior se escape. Para evitarlo se pueden poner espejos en el interior de las puertas.
- Los ambientes cuyas funciones chocan entre sí, como el lugar de trabajo y el dormitorio, deben estar cuando menos separados por plantas, biombos, etc.
- No hay que dejar que las canillas estropeadas goteen, o se perderá dinero y energía.
Atención con el baño
Cuando Fernando acudió a consulta, buscando apoyo parapsicológico para poder sacar a flote su pequeña tienda y lograr refinanciar la deuda de su casa que no había podido, pese a sus esfuerzos de los últimos cuatro años, cancelar en tiempo y forma, seguramente pensaba más en sahumerios y velas, pirámides y cristales, que verse sorpresivamente embarcado, bajo la mirada entre suspicaz y divertida de su señora y dos hijos, en una redecoración del baño, tarea que, según me contaron, acometió con celo digno de mejores causas. Y si bien no pienso caer –nunca lo he hecho- en el facilismo de afirmar que el Feng Shui es una panacea universal capaz de aliviar todos los males de la vida, en ciertos casos, como el de mi motivado entrevistado, sus problemas eran, a todas luces, consecuencia del mal manejo de la energía en su casa.
¿Recuerdan cuando dije –perdón, escribí- lo importante que era entender el dinero como energía?. Para casos como el de Fernando, donde, según sus propias palabras, su problema no era tanto que el negocio no andara bien de ventas sino que el dinero se le escapaba como “agua entre las manos”, en imprevistos o, peor aún, en un “agujero negro” cuyo destino ignorara antes de poder enfrentar las responsabilidades y obligaciones, era un claro ejemplo de la utilidad equilibradora de técnicas como la que voy a explicar.
Es oportuno que el lector entienda bien este ejemplo, tomado de la vida real, que ilustra cuáles situaciones son las ideales para ser enfrentadas por este modismo particular del Feng Shui. Más allá de la obvia necesidad de todo comerciante de vender más, aquí enfocaremos nuestra atención en lo que podríamos simplemente denominar un caso de “mala administración” si no fuera que Fernando y Susana –su esposa- gastaban lo justo y necesario, raramente salían a comer algo afuera con los chicos, no vestían opulentamente y la última vez que habían ido al cine fue para el estreno de “Los cañones de Navarone”. Así que con un negocio productivo y las cuotas de la casa como única deuda importante, todo tendría que ser manejable. Pero, como señalé, surgían imprevistos (un caño que se rompía, remedios para las anginas de los chicos) y no sólo el pago de las cuotas estaba morosamente atrasado sino que a duras penas contaban con dinero para renovar la misma mercadería que vendían, a la hora de cumplir con los proveedores. De resultas de lo cual compraban menos, vendían menos, compraban entonces menos aún (pues mes a mes, año a año, los “imponderables” se sucedían)... y una peligrosa espiral descendente parecía ir consumiendo poco a poco, pero inexorablemente, su capital y sus recursos. La solución era obvia en palabras del propio Fernando :”Buscar la manera de que el dinero se quedara en la casa”.
No aburriré al lector –además que de hacerlo escaparía al tema central de este libro- describiendo la manera como llego a la conclusión respecto de la naturaleza de los problemas que afectan a una familia o su vivienda, pero creo haber puntualizado mi permanente uso del péndulo radiestésico en ese sentido. Para quien esté interesado en mayores detalles, nuevamente lo remito a mi libro “El correcto uso del péndulo y la pirámide” (Editorial 7 Llaves, 1999). Baste saber que una vez que he determinado la razón de ser de las dificultades, la selección del método de abordaje, entre las numerosas que uno va aprendiendo y aplicando a lo largo de los años, deviene de la experiencia. Y la experiencia me gritaba al oído recurrir al Feng Shui en este caso.
Todo lo que sea agua en una vivienda es aquello que entra pero también se va. Esa entrada y salida no debe estar en lugares tan preponderantes como la Fortuna (4 Sun) o la Pareja (2 K’un). Se ha comprobado que cuando hay un cuarto de baño en esa ubicación no trae buena fortuna. Cuando está en el 4 Sun (era el caso de Fernando) se va todo el dinero que entra en la casa y un poco más. Cuando está en el 2 K’un puede traer dificultades en las relaciones afectivas. Pero como mi cliente no tenía medios para remodelar la casa cambiando el baño de lugar, decidí indicar ciertas inclusiones de elementos positivos, así como cambio de otros, para revertir la situación. Bastó con colocar un espejo en la parte exterior de la puerta del cuarto de baño (no hace falta que ocupe toda la puerta, puede ser pequeño y tener forma de ba-gua o de pa-kua) y colocar cerca de la misma, de adentro o de afuera, un buen cristal tallado. Para este caso, aprovechando un pequeño espacio disponible en el pasillo que llevaba al toilette, le sugerí a Susana colocar un pequeño dressoir (puede ser de cualquier material, aquí simplemente fueron dos delgadas y altas columnas de yeso, con un cristal fumée y sobre él un espejo contra la pared, lo que por otra parte quedó muy chic) con dos ángeles decorativos en los extremos, un pequeño cactus y –lo más importante- un “obelisco” (en realidad, un hexaedro) de cuarzo blanco centrado sobre el mismo. Es muy importante, también, cuidar que permanentemente la puerta del baño esté cerrada y la tapa del inodoro bajada, lo que impide que la energía encuentre una fácil vía de drenaje por el desagüe. Y lo que tiene un increíble efecto en la capacidad de trabajo, alerta psicológica para pilotear a tiempo las dificultades y afinidad para que las buenas oportunidades vengan a uno (esto lo he experimentado personalmente) es hacer algo que no sólo a mucha gente ni siquiera se le ocurre, sino que, por ejemplo cuando visitan mi hogar, les hace enarcar una ceja de extrañeza: plantas en el baño, plantas sin flores, y cuadros paisajísticos. Un par de buenas reproducciones de Monet y Cèzanne, colocados a alturas desiguales en la pared enfrentada al lavatorio, produce resultados fantásticos. Si en el baño no entra luz natural, basta, todas las mañanas, tomarse el trabajo de sacar al sol a sus plantitas durante una hora, más o menos. Pero, por favor, trate de no usar –y jamás lo haga ni en el baño ni en el dormitorio- plantas artificiales.
DE ARMONIZACIÓN DE VIVIENDAS Y NEGOCIOS MEDIANTE LA TÉCNICA CHINA DEL FENG SHUI (parte 6)
PONIENDO MANOS A LA OBRA
Sin duda, habiendo leído usted atentamente todo lo planteado hasta aquí, contará con un lineamiento general bien definido respecto de cómo proceder, especialmente en el caso de que usted ya haya construído, comprado o alquilado su vivienda y sus recursos sean limitados. Si tiene la posibilidad de efectuar refacciones, recuerde que es fundamental, para mencionar las de mayor envergadura, evitar que el chi pase con demasiada rapidez y fuerza por las habitaciones, o quede encerrado en las mismas creando remolinos energéticos que perjudicarán a sus habitantes. En consecuencia, se trata de desplazar lateralmente la supuesta otra puerta de la habitación, y si no la tiene, crear una ventana (o dos claraboyas pequeñas, que es prácticamente lo mismo) pero no enfrentadas a la puerta, de manera de reciclar generosamente la energía.
También podría enfocarse el problema de las “mordidas” y “agregados”. Si falta construcción en un casillero del ba-gua esto podría solucionarse ampliando la habitación, y en el caso de los excedentes, neutralizándolos con símbolos, como explicamos del pa-kua o del ba-gua. Refacciones menores serian aquellas tales como reemplazar la puerta convencional del baño por una plegadiza (tipo “acordeón”) o corrediza (de embutir en la pared).
Pero si usted no está en condiciones económicas de encarar tales emprendimientos, siempre puede obtener excelentes resultados mediante la redecoración de su casa, con algunos de los muchos elementos y ejemplos hasta aquí señalados. Pero también le presentamos otros.
Fuentes de agua
Una antigua tradición china enseña que si hay volúmenes de agua en la casa (agua no estancada, sino renovable, permanente o periódicamente) el dinero llegará a la casa y se quedará. ¿Los pudientes tienen piscinas en sus casas porque tienen dinero, o tienen dinero porque hicieron el esfuerzo de construir una piscina?, sería un interesante acertijo esotérico a resolver. Sin duda se requiere dinero para instalar una pileta de natación, pero tenga usted por seguro que, energéticamente, es una inversión más allá del placer de disfrutarla en verano; contribuirá energética a elevar el tono vibratorio del comportamiento del dinero en la casa.
Ciertamente, ayudan en este sentido hasta simples piletas de lona o plástico, de cuanto mayor dimensión mejor. Pero, en este caso, el color de las mismas debe ser azul o celeste. Si fuera otros, verde, por ejemplo, se traduciría en dinero que podría haber ingresado a la casa pero no lo hizo por ineptitud de sus habitantes. Roja o anaranjada, en cambio, significará que el dinero generará conflictos internos y desavenencias conyugales. Amarilla, por caso, hará que el dinero entre pero sea mal administrado.
Si vive en un departamento o las dimensiones de su casita le impiden gozar de esta posibilidad, puede obtener un excelente reemplazo con fuentes de agua. Estas pueden ser de dos tipos: externas o internas. Las externas son aquellas que adornan, por ejemplo, jardines. Las internas, más pequeñas, pueden ir instaladas en el living o comedor. Suelen ser de vidrio, piedra o algún otro material, llevan piedrecillas y caracolas en su interior y un pequeño surtidor y colector de agua, que lanza el vital elemento por uno o dos picos y lo recupera en forma de circuito cerrado. No son caras, y conviene comprarlas simplemente en un comercio especializado, a tomarse el trabajo de fabricarse en casa, con un gasto que no justifica el intento de ahorro. Las primeras deben ser, si es que se quiere gozar de los beneficios del Feng Shui además de la cosa estética, al nivel del suelo, de contornos suaves y redondeados, fondos de arena, abundantes piedras y plantas acuáticas (papiros, irupés son las más recomendables) y, si es posible, unos pocos peces (ya le indicaremos cuáles). El surtidor puede ser realizado con elementos obtenibles en cualquier ferretería (un pequeño motor o bomba de ¼ HP y un caño de surtidor) y ... ¿perdón? ¿qué es lo que está pensando? ¿Qué es muy caro instalar una en su pequeño jardín? Oh, discúlpeme, tal vez estoy yendo demasiado rápido. Pero, bueno, ¿porqué no se la hace usted en un fin de semana?
(Risas)
Bien, si ya se secó las lágrimas porque cree un despropósito de mi parte sugerirle encarar este proyecto, permítame decirle que hacerse una espectacular fuente decorativa en el jardín es más fácil de lo que piensa. Usted (sí, usted, no se haga el/la distraído/a mirando para otro lado) puede hacerla en un fin de semana... ¡Y por menos de $ 125 (incluidos peces y plantas). Así que... ¡anímese, y siga mis instrucciones!
Elementos a reunir
- Una pala “de punta” (para marcar la tierra con comodidad)
- Una pala “ancha” (para retirar la tierra)
- Una pala de mano para jardinería
- Piedras (van a ser decorativas, así que elíjalas con cuidado. Las ideales son grandes cantos rodados o piedras calizas de extrañas formas, o trozos de lajas).
- Un plástico negro (del tipo empleado para bolsas de residuos de consorcio) que dependerá de las dimensiones de su alberca, y que debe cubrir uniformemente el fondo, los laterales y sobresalir por los bordes unos veinte centímetros, digamos, para el ejemplo que voy a dar, un trozo de dos metros de ancho por cuatro de largo).
- Un motorcito tipo bomba de 1/8 o como mucho ¼ de fuerza
- Un caño surtidor (hágalo usted, con un caño de plástico negro de 1 pulgada de diámetro, cerrado en un extremo pero con varias perforaciones alrededor de ese mismo extremo de unos 5 mm cada una).
- Un tramo de manguera de goma que vaya desde la bombita (que conviene instalar dentro de la casa o en un gabinete ad-hoc) hasta el caño surtidor.
- Plantas acuáticas (papiros o irupés, como dijimos, o “vallismeria spiralis”, y hasta cierto tipo de orquídeas saprofitas). No se preocupe por los nombres: compre de tres tipos: para tierra permanentemente húmeda, para pocos centímetros de agua y para cierta profundidad.
- Peces (desde simples mojarritas hasta “carpines”, aunque me gusta el bagre (¿?), ya que, aunque no sea muy estético, es un ser vivo (elemental en Feng Shui) resistente a los cambios de clima, necesitado de pocos cuidados (nunca faltará un gracioso que al pasar por la calle le arroja al agua una colilla de cigarrillo o algo peor) y, dado que se alimentan de detritus, contribuye a mantener libre de suciedad el fondo.
- Moluscos (caracoles, pero... vivos, ya que también oxigenan el agua manteniéndola relativamente libre de algas microscópicas que acelerarían su descomposición).
- Un metro cúbico de arena
- Si desea enjoyar su obra con estatuas, un pedestal con su efigie, etc., etc., bueno, esto queda librado a su gusto.
Y ahora sí... ¡A trabajar!
En primer lugar debe diseñar el aspecto que usted desea presente la fuente sobre el terreno. Yo le recomiendo pintar con cal sobre el césped o la tierra la forma y dimensiones de lo que va a extraer. Puede ser simplemente elíptica o circular, aunque no es difícil, y queda muy atractivo, darle a la elipse una “mordida” redondeada como muestra la ilustración. De acuerdo al lugar disponible manejará usted las medidas, de modo que para ilustrarle mejor aquí le presento un modelo stándard cuyo largo mayor es de dos metros cincuenta centímetros. No necesita más.
Ahora procederá, con la pala de punta, a marcar primero todo el contorno. Trate de que penetra en forma profunda y pareja, cuidando que cada borde de punteo coincida (más o menos) con el siguiente. Esto facilitará la extracción de la tierra. Luego, hay que quebrar la gramilla superficial y ablandar el terreno para continuar la extracción, de modo que le recomiendo pacientemente recorrer toda la zona golpeando con la pala de punta (no haga mucha fuerza, apenas un envión inicial y que el mismo peso y filo de la misma penetre la tierra) hasta “carpir” toda el área.
Ahora, con la pala ancha, comenzará a extraer. En esta primera etapa, por razones que enseguida le explicaré, no sobrepase una profundidad de veinte centímetros.
La razón es que ciertas plantas –precisamente aquellas que sirven para ir en pocos centímetros de agua, serán colocadas en un “escalón” a partir del cual volverá a descender la profundidad de la fuente. Esto las hace lucir estéticamente y contribuye al Feng Shui del lugar. Pero ese escalón implica que, luego que usted haya retirado toda la tierra del área de la fuente en unos veinte centímetros de profundidad, a partir de unos treinta centímetros de los bordes volverá a marcar, otra vez “carpirá” toda el área y comenzará a excavar nuevamente, ahora hasta cuarenta centímetros más de profundidad.
Tomando luego la palita de mano de jardinería, pacientemente cavará en el “escalón” un “canal” que lo recorra, de unos quince centímetros de ancho y en toda su extensión, o, cuando menos, en un amplio tramo a ambos lados de donde irán las plantas intermedias. Cada cuarenta centímetros, de ese “canal” haga (con el filo de la pelita) una pequeña derivación que corte el pequeño talud que separa a aquél de la profundidad mayor. Esto permitirá, cuando llenemos nuestra fuente de agua –ya que la misma irá apenas por encima de ese “canal” que el agua de este sector no quede estancada y se renueve frecuentemente con la existente en el volumen mayor.
Ya que está con las herramientas en la mano, cave una angostísima zanja para la manguera, desde donde irá instalada la bomba hasta el centro de la fuente. Recuerde que sea muy angosta pero relativamente profunda, y debe ingresar en la fuente desde el fondo (si quiere gastar unas monedas más, hay bombitas estancas que vienen con el caño surtidor ya preparadas, y lo único que necesitan es el cable que vaya hasta un transformador y un enchufe a la corriente eléctrica. Yo le recomiendo, si opta por esta alternativa, asegurarse que el cable esté enfundado en goma e, idealmente, sepultar de todas maneras un estrecho caño plástico dentro del cual corra el cable). Recuerde que si desea mayor simpleza puede obviar el surtidor y, por ende, cable, manguera, caño, bomba, transformador y todo eso. Únicamente perderá un poco en estética y deberá tomarse el trabajo, cada quince días, de renovar a mano el agua de la pileta, pero a efectos del Feng Shui, su efecto es el mismo.
Ahora haga una “cama” de arena, delgada pero pareja, cubriendo el fondo del “escalón”, el de la fuente en sí y, si ha cavado la zanjita para el caño o la manguera, también el fondo de la misma.
Entonces, llegamos a una de las etapas donde debemos proceder más prolijamente. Tomando el plástico negro, procederemos a cubrir, como forrándolo, el fondo de la fuente (es conveniente dejarlo desplegado varias horas al sol, por ejemplo desde que empezamos a cavar, para que se ablande por el mismo y sea más maleable y adaptable), presionando lenta y cuidadosamente contra la arena, sin que queden “bolsas” de aire. Haremos los mismos sobre los laterales, cubriendo entonces el “escalón”, siguiendo el contorno del “canal” que corre en él y las pequeñas derivaciones que hemos marcado, continuando por el borde hasta llegar a la superficie excediendo unos veinte centímetros más allá. No se preocupe si se le arruga, pliega, o se apelmaza en algunas partes; el peso del agua luego lo acomodará.
Con una tijera, cortaremos todo excedente hasta perimetrar, siempre dejando libres unos veinte centímetros, la fuente.
Y lo afirmaremos con las lajas, cubriendo toda la superficie sobrante del plástico en los bordes.
Llenaremos entonces con agua hasta unos veinte centímetros, y procederemos a colocar piedras, trozos de lajas, etc., en el canal del escalón, así como a instalar el surtidor en el centro, anclándolo con más piedras. Si era necesario conectar una manguera, antes de echar el agua hacer la perforación en el plástico, conectar la manguera al caño y sellar la unión del plástico y el caño con abundante sellador resistente al agua.
Distribuiremos irregularmente piedras, en la mayor cantidad posible, en el fondo, pero de forma que el peso que ejerzan sea uniforme, y entonces ubicaremos las plantas de profundidad en el lugar en que deseemos. La forma de que no salgan “flotando” es colocar las raíces dentro de una redecilla (como la sobrante en que vienen embaladas algunas verduras y hortalizas) con piedras, y relativamente ajustada al tallo. Hacemos lo mismo con las plantas de poca profundidad, y finalmente las de tierra muy húmeda, ahora por fuera de la fuente. No se preocupe por la suciedad del agua, ya se decantará.
Si quiere, puede hacer una capa de arena en el fondo de la fuente (aunque demorará más o menos un día en sedimentarse) o dejarla simplemente así, de fondo negro. Llénela entonces con el agua restante (recuerde que debe superar apenas el escalón), échele medio litro de clorificante (un líquido que preserva el agua de la descomposición), ubique la estatua (si es que quiere poner una), reacomode las piedras y lajas del contorno, al día siguiente libere en el agua los peces... y su espectacular fuente externa de Feng Shui estará lista.
DE ARMONIZACIÓN DE VIVIENDAS Y NEGOCIOS MEDIANTE LA TÉCNICA CHINA DEL FENG SHUI (parte 7)
LA MORALEJA DE LOS TRES CHANCHITOS Y EL LOBO FEROZ
De chiquito sentía una especial fascinación por este cuento infantil, así como poco me conmovían las desgracias sufridas por los dos chanchitos imprevisores. ¿Recuerdan?. Aquellos de las casitas de paja y ramas. Sería que mi naturaleza taurina me empujaba desde pequeño a amar las sólidas construcciones, hechas previsoramente aún en contra de los cálculos más pesimistas propios de mi signo, lo cierto es que si algo aprendí en esas noches de relatos antiquísimos es que, si hay algo donde realmente vale la pena poner toda la energía y atención en consolidar un espacio vital, ese algo es la propia casa. Que si es propia, la estamos debiendo o alquilada, es simplemente una anécdota. Pero es nuestro ámbito vital. Y a él el Feng Shui me enseñaría tantos años después, a dedicarle de lleno mi atención. Así que los invito a una recorrida, ambiente por ambiente, para que analicemos lo que está bien hacer y lo que no, lo cual, sumado a las instrucciones dadas en las páginas anteriores de este libro, significan una multiplicidad tal de alternativas para positivizar su vivienda que difícilmente no encontrará usted algunas opciones cómodamente a su alcance para aplicar en su hogar.
Entiéndase bien: si bien según la óptica del Feng Shui la casa ideal sería aquella que reuniera todas estas características (o, cuando menos, una sensible mayoría de ellas) lo cierto es que sabemos que este planteo es absolutamente impráctico: la mayor parte de la gente leerá este trabajo cuando ya esté desde hace tiempo instalado en su casa, y si mira a su cónyuge o familia con la intención de sugerirles hacer sorpresivamente unas inesperadas refacciones, lo menos que le cabrá esperar es primero una avalancha de sonrisas irónicas ante semejante irrupción disparatada, seguramente seguida de una catarata de explicaciones financieras y técnicas de porqué no hacerlas para terminar con un huracán de exabruptos si nuestro/a lector/a persiste empeñado/a en poner manos a la obra (y al bolsillo). Aún aquellos que se dispongan a construir su propio habitáculo encontrarán, de parte de los albañiles, el arquitecto –salvo que sea un practicante de Feng Shui, que los hay- el electricista o los amigos que dan una mano, limitaciones desalentadoras. Así que convengamos que lo importante sería hacer hasta donde sea posible las mayores modificaciones que no encuentren oposición (la cual, de todas formas, también genera energía negativa). Esto siempre será mejor –mucho mejor- que no hacer nada. Y seguramente, poco a poco, encontrará usted la ocasión y los caminos para ir haciendo nuevas modificaciones, sin resentir al entorno.
Si algunos de los espacios descriptos en este capítulo no existen en su domicilio, simplemente saltéelos y concentre su atención en los que sí tiene. Advierta que intensificando el chi positivo de esos lugares minimizará las “mordidas” que pueda tener la casa, así como el hecho de que el ba-gua no coincida idealmente con el plano de la misma.
El acceso
Es sumamente beneficioso contar con un jardín, aunque sea pequeño, en el acceso a la casa. Si usted vive en departamento, puede compensar esta falta colocando un gran macetón con plantas a la entrada de su vivi4enda o, mejor aún –si el consorcio se lo permite- en el pasillo de acceso. De hecho, muchos edificios torre tienen un espléndido jardín o cuando menos un espacio rico en plantas en el “palier” de entrada, y desde el punto de vista que nos interesa cumple idéntica función.
Si usted vive en casa, entonces trate de organizarse un pequeño jardín a la entrada. Nada hay energéticamente más negativo que aquellos patios (por muy bellamente embaldosados que estén) a través de los cuales se accede a algunos hogares. Si puede, cuide que el caminito de acceso no encare directamente a la puerta de entrada a la casa en sí, esto provoca un flujo demasiado fuerte de chi que si no es bien metabolizado en el interior puede traer agresiones y conflictos a la familia. Lo conveniente es que el caminito de marras describa cierta curva.
O bien,, en su defecto, que la puerta de entrada no mire directamente hacia la calle
Por otro lado, ya mencioné lo importante que es tener una fuente en el jardín (tal vez usted cuente con suficiente espacio libre frente a la casa para instalar allí su pileta de natación). Además debe cuidar qué plantas instalaré en el mismo. Le recomiendo: un pino (cualquiera), enredaderas (son sumamente energéticas aquellas que se integran al frente de la edificación), palmeras, “espada de San Jorge”, ficus y crotonas. Los canteros con flores de estación –más allá de los cuidados que requieren y lo transitorio de su belleza- también son muy convenientes. Trate que en todo momento sea mayor el número de plantas de hojas lanceoladas que de hojas redondeadas.
Es conveniente que el número de ventanas del frente sea igual al de puertas de entrada –se usen o no- más una. Por ejemplo, si usted tiene hacia el frente la puerta principal o otra, diríamos, secundaria (por ejemplo la del garage) entonces es necesario que haya tres (dos + una) ventanas. Si bien las de madera son perfectas, tienen el inconveniente que, en los muchos climas húmedos de nuestro país, se deterioran muy rápidamente si no se les dedica permanentes cuidados. Y como la gente anda muy atareada, es común observar cómo, después de un año, hermosos ventanales de madera comienzan a presentar fungosidades, salitre, decoloraciones, etc. Y atención: toda la positividad de una abertura de madera no sólo se pierde sino que automáticamente se transforma en negativa cuando comienza a deteriorarse (la lógica entropía de un material biológico). Las de aluminio pintado o color natural, así como las de chapa de hierro (no las de hojalata) son útiles, siempre y cuando sean grandes (por lo menos 1,50 m. de ancho). Si puede, elija aquellas con celosías que se abren desde adentro hacia fuera de la casa; ayudan a liberar remanencias nocivas. Las persianas de enrollar son, en el contexto que nos ocupan, como “guillotinas” que cortan la energía.
Si su casa es interna, ubicada por ejemplo al final de un largo pasillo, permítame explicarle que, si la puerta de entrada está perpendicular a la línea mayor del pasillo, esto es positivo. Pero si, por caso, se encuentra “apuntando” directamente a lo largo de éste, tiene usted un muy grave problema, que se lo ilustraré con un ejemplo: esto no es absolutamente general, pero haciendo una sencilla estadística sobre los casos policiales presentados por la crónica de todos los días, he observado que una significativa mayoría de hechos luctuosos, así como viviendas de delincuentes o lugares donde se perpetraban ilícitos, corresponden a casas ubicadas al final de largos pasillos. Chequéenlo ustedes mismos y verán como van a coincidir conmigo.
Existe una situación que generalmente es inevitable para muchos, y es el hecho que delante de la vivienda exista un local comercial, ya sea donde se desarrolla una actividad propia o cedida a terceros. Será por aquello que siempre me ha enseñado la experiencia y corroborado la Parapsicología que trabajo y hogar no deben compartir el mismo espacio físico –cuando menos si el trabajo consiste en el trato con gente de afuera- pero lo cierto es que las familias que se encuentran en tal situación, en un enorme y preocupante porcentaje, o tienen constantes y graves problemas económicos o, si logran encauzar esos desajustes financieros, comienzan ipso facto a tener problemas familiares, desde desavenencias ,matrimoniales hasta, por lo general, graves desacuerdos con los hijos. Pero para muchos esta situación es, como dije, inevitable. Si bien la solución más expeditiva sería mudar el área de trabajo a otra parte o, si por la razón que fuere (como el buen flujo de clientela) esto fuera improcedente, esto mudar rápidamente la vivienda particular. La situación es más crítica cuando la vivienda particular se encuentra sobre el local comercial, y particularmente insostenible cuando la actividad comercial invade áreas propias de la vivienda (como ocupar con un kiosquito parte del living, dividiéndolo del resto de la casa con una simple pared de “rafa”, es decir, ladrillos puestos de canto). Y como sospecho que más de un lector, espantado por hallarse en esa situación, estará ahora preguntándose qué hacer, doy a continuación tres instancias de soluciones:
- Con área comercial frente a la casa: Reemplace la puerta que comunica una con otra por una tipo acordeón, colgando, del lado de la vivienda y a unos setenta centímetros, una “cortina” de hilos de algodón trenzados y teñidos de los más vivos colores, si es posible con mostacillas de vidrio cada veinte centímetros en cada trenza que caiga. Del lado inmediato del negocio, a la derecha si lo observáramos desde el interior de la vivienda, un carillón “llamador de ángeles” inmediatamente sobre el dintel.
- Con comercio bajo la vivienda: Cuelgue del techo del negocio –no importa en qué puntos- un número impar de tiestos de mimbre suspendidos de portamacetas de cáñamo, con “potus”, cuidando que con el tiempo las guías de los mismos se dirijan uniformemente hacia cada abertura del local. Use en la vivienda –que, como planteamos, está en la parte superior- por lo menos una alfombra de un metro por un metro en cada ambiente (si son más grandes, mejor) de colores predominantemente azules, lilas, marrones, verdes y dorados).
- Con comercio “dentro” de la vivienda: Haga lo imposible para darse la oportunidad de dividir evidentemente la casa del negocio, levantando una pared de por lo menos 15 cm y creando un acceso independiente al hogar. Si no puede hacerlo, no use, ya dijimos, paredes de “rafa”: aunque le parezca un contrasentido, mejor resultado darán tres bimbos de tela pintada con marco de madera (ya que no se trata de “separar” por el hecho de hacerlo, sino que el sistema adoptado no genere comportamientos extraños del “chi” como sí lo hace, por ejemplo, la pared de 5 cm. Cruce sobre la entrada al negocio (o sobre la ventana por la que atiende al público) dos flautas (de madera o caña, no de plástico) con las boquillas mirando hacia arriba y un lazo rojo atado con siete nudos en cada una de ellas.
La sala de estar o “living”
Algunos hogares tienen una pequeña salita, estilo “recibidor” antes de la sala de estar propiamente dicha. Esto es muy coqueto, pero ineficaz desde el punto de vista del Feng Shui. En todo caso, si este es su punto, trate que las recomendaciones hechas para el living propiamente dicho se adapten también a esta salita, considerándola como si fuera una sala de estar en pequeño.
Trate de colocar, frente a la puerta de entrada, un dressoir (le resultará muy económico con dos pilares de madera o columnas de yeso –sería preferible que fueran cariátides, esto es, con representaciones humanas- y un vidrio –no use nunca aquí esa mesada de mármol que le quedó de recuerdo de la abuela- apoyado sobre ambas) con plantas, elementos acuáticos (un pequeño acuario, el simple “copón” con un pez bastará) y un espejo –no de marco plástico- o, mejor aún, un cuadro paisajístico.
Además de todos los elementos descriptos en capítulos anteriores y con los cuales no aburriremos regresando aquí, es muy importante, para potenciar al máximo la energía de este lugar, cuidar el concepto de integración. Así llamamos a una técnica que permite acumular energía positiva en el sitio de referencia. Se trata, básicamente, de dar una impresión visual de unidad en el todo, que por otra parte es absolutamente ajena a las ideas de simetría y uniformidad que suelen presidir las decoraciones hogareñas.
Bien, imaginemos que su living cuenta con un amplio sillón de dos o tres cuerpos, dos sillones de un cuerpo, una o dos mesas laterales y un “punto de luz” bajo, por ejemplo, una lámpara de mesa. Usted ha comprado varios cuadros y decide “vestir” su sala de estar, con un criterio que, al parecer basado exclusivamente en el buen gusto, la llevará a cometer algunos errores. Veamos los más comunes:
Compró un cuadro “apaisado” (más ancho que alto) y desea colocarlo arriba de su sillón grande. La costumbre, generalmente, es centrarlo, equidistante de la lámpara, así:
Pero ahora, trabajaremos con integración. Lo colocaremos, entonces, así:
Si le parece asimétrico, además de los efectos benéficos desde el punto de vista energético haga la prueba y verá que buen efecto desde el enfoque estético.
Otro error:
Tiene una gran planta en el living y no quiere que ésta “eclipse” al cuadro que acaba de comprar. Si hay una gran planta de interior, mi consejo es que reemplace ese cuadro grande y aparatoso por dos o tres más pequeños, de tamaño desigual, y los disponga así:
Si la disposición general de la casa es muy, como decirlo, “anti-Feng Shui”, desde el living usted puede producir un efecto sensiblemente benéfico que repercuta en todos los ambientes cambiando el lugar de ese gran sillón y, en vez de apoyarlo contra la pared, si el espacio se lo permite, atravesarlo “en el camino”, colocando a espaldas del mismo un largo dressoir de vidrio o madera y los adornos en éste que prefiera, aunque yo le recomiendo dos pequeñas lámparas de mesa en los extremos y una bandeja de plata con abundante caracolas marinas, pero no centrada en dicho dressoir.
Si completa la decoración con alguna mesa de vidrio y metal, trate que esta esté en ángulo, en una esquina. Por otra parte, sería el punto ideal para colocar su hornillo de aromoterapia y encender sahumerios.
Los colores de las paredes del living deberían ser fuertemente contrastantes, ya sea mediante el uso de pinturas látex o empapelados. Si los techos son altos, creará un efecto especial con dos paredes en ángulo color verde petróleo o azul siena (¡anímese a los colores oscuros!) y las otras dos, o bien blancas, o bien tonos suavemente pasteles de los mismos colores. Es muy positivo tener un “juego de mesa” (puede ser ajedrez, go, backgammon o un simple “ta-te-ti” artesanal) dispuesto como en una partida interrumpida sobre una pequeña mesita ratona; esto favorecerá nuestra popularidad y solidaridad de los demás hacia nosotros. Si entre los habitantes de la casa –o, cuando menos, entre aquellos que esperan sentirse directamente beneficiados por estas técnicas- predominan signos de Tierra, conviene que este juego sea de madera. Si son de Aire o Agua, que sea de vidrio, para Fuego, de cerámica. Candelabros (pares) y todas las plantas posibles complementarán el efecto buscado.
Es posible que usted sea el feliz propietario de una vivienda tipo “loft” (donde los ambientes son “corridos”, es decir, comparten una sola estructura edilicia sin paredes divisorias. Recuerde que el “loft” ideal es aquél que se divide en “L” (cuidando de poner “llamadores de ángeles” en esas esquinas) y que tenga un desnivel. Si éste no forma parte de la edificación original, siempre se está a tiempo de construir en un área determinada, un entarimado –preferiblemente cubierto con listones de pinotea- para provocar ese “atemperamiento” o suavización en el chi que corre por el lugar.
Dentro de lo posible evite los muebles antiguos en el living –así como en el dormitorio-. Atención, dije “muebles antiguos” y no “muebles estilo antiguo” que sí podrá poner a discreción. En el primer caso, empero, no son inconvenientes los de madera “pluma caoba”.
El comedor
Debe ser el ambiente de los grandes contrastes. Lo moderno y lo clásico. Lo frío y técnico y lo cálido y acogedor. La mesa de vidrio –preferiblemente fumeé- sobre soportes o patas de metal iluminada por una lámpara que, bajando del techo, penda muy baja, creando un clima de intimidad, casi sobre el centro de aquella; esta lámpara debe ser o bien de vidrios tallados y de colores, o bien de telas y juncos. Rechace en este ámbito las arañas de caireles; si necesita depender de puntos de luz altos, emplee dicroicas (de gabinetes opacos) pero que la mesa sea de madera.
Si su comedor está integrado con la cocina –lo que se está haciendo muy común, generalmente por falta de otros espacios- establezca una división visual. Puede ser con algún artesonado de hierro, o bien una viga de madera cepillada y lustrada –no barnizada- que atraviese el ambiente de lado a lado. Cuelgue de ella utensilios de cobre o latón, plantas y móviles de cerámica o vidrio. Si en cambio goza de espacio suficiente, instale un magnífico acuario, una pequeña biblioteca –aunque la “principal” esté en otro cuarto- y dos o tres reproducciones de obras de arte, tal vez sea una buena ocasión para comenzar con el hobby de pintar al acrílico figuras de yeso lo que, además de ser una buena terapia, le permitirá lograr con la práctica creaciones realmente asombrosas a medida que vaya conociendo algunos secretitos del oficio.
El dormitorio
Esto se aplica tanto a un solo dormitorio como a todos los que puedan existir en su vivienda. Además de las especificaciones indicadas en capítulos anteriores, ya aclaré que no debe haber muebles viejos o antiguos en el mismo; nada es tan insano –e inclusive peligroso, desde el punto de vista espiritual- que seguir empleando, por nostalgia, ahorro o lo que fuera, la cama de aquellos familiares que ya han fallecido.
Los antiguos sabios chinos decían que tres cosas eran imprescindibles para lograr en la vida la longevidad, el éxito con el sexo opuesto y el bienestar económico, y esas tres cosas debían todas estar en el dormitorio: un “futón” –una cama pero sin patas, directamente sobre el piso-; una fuente de fruta fresca y un cuadro de arena, y adivine usted la falta de cada uno qué aspecto de su vida afectara. Tal vez no pueda usted decidir cambiar su cama sin arriesgar por parte de su cónyuge un pedido de divorcio, pero sí seguramente puede cuidar tener siempre una fuente de fruta (que puede ir comiéndose sin problemas noche a noche, si le ataca el insomnio o esa película está por demás interesante), y en cuanto al cuadro de arena permítame enseñarle a hacerlo, con un beneficio triple: es increíblemente positivo desde el punto de vista del Feng Shui, es muy decorativo y si le toma la mano le permitirá hacer un regalo sorprendentemente original a familiares y amigos en toda ocasión, ya que los motivos son inagotables y el impacto que producen a todas luces, inolvidable. En caso de no animarse a hacerlo, consúlteme; suelo hacerlos por encargo para todo tipo de ambiente, y de acuerdo a los aspectos astrales del habitante del lugar. Más aún; se dice que una casa no equilibra totalmente su yin-yang hasta que en ella no entra un “cuadro de arena”.
Volver a jugar con arena como cuando uno era niño. Pero ahora incorporando el color y realizando verdaderas composiciones artísticas, pueden lograrse obras planas y en relieve.
La manera de proceder es muy sencilla: una superficie lisa, en la que previamente se ha dibujado, por ejemplo, uno de los motivo que facilito:
Se recubre con cola (simplemente, un tarro grande de la común escolar) y a continuación se cubre con arena de colores distintos que rellenan las zonas ya dibujadas anteriormente.
La arena debe estar perfectamente seca y haber sido cernida para que su granulado resulte más o menos uniforme. Esta arena puede adquirirse en los viveros o con un cedazo o zaranda traspasar la que sencillamente se usa en construcción, es posible encontrarla en distintos matices. La de color rojo se obtiene a partir de ladrillo triturado, en tanto que la negra procede de escoria. Los tonos pardos de areniscas con mantillo, los tonos grises o ligeramente tostados no son más que arena de playa cribada que, según los depósitos de aluvión, proporcionan distintos matices, hasta casi el blanco puro. Aparte de estas arenas de origen natural, usted puede obtener otros colores por teñido. Simplemente tome anilina diluíble en agua fría o, mejor aún, tinta para madera al 50 % en alcohol, empape la arena, escúrrala y póngala a secar al sol un par de días; le asombrará la variedad cromática que podrá conseguir. Sé que algunos colegas, incluso, utilizan harina para el color blanco o colorean con anilina el simple talco (el industrial es mucho más económico que el farmacológico, para que pueda hacer una idea, una bolsa de 50 kilogramos del primero ronda en los veinte dólares, y de hecho le serviría para hacer un centenar o más de cuadros), aunque personalmente trato de limitar su uso pues las milenarias enseñanzas chinas siempre han hablado de “cuadros de arena” y no, por caso, “cuadros de harina”.
El procedimiento queda aclarado por las ilustraciones que se acompañan. Las superficies planas son las más idóneas para realizar estas composiciones. Pero con ello no se descarta la posibilidad de actuar sobre superficies irregulares que acentúen el dibujo que se pretende rellenar. Lo importante para lograr un buen efecto óptico es procurar que las diferentes zonas queden muy definidas y recortadas entre sí.
El tablero sobre el cual se trabaja conviene que tenga cierto grosor, entre 15 y 20 mm. Sobre él se dibuja el motivo que se pretende realizar. Siempre será una buena guía trazar un boceto a color. La cola blanca puede ser diluída con algo de agua para que se pueda deslizar más fácilmente. Conviene asimismo que los cantos del tablero queden perfectamente definidos por arista viva.
Una vez esparcida la cola en una de las zonas del dibujo, se rellena con la arena del color elegido, distribuyéndola con un tamiz o colador muy fino al que se imprime un movimiento circular hasta conseguir que toda la superficie a rellenar quede cubierta, sin claros. Hecho esto, se deja que seque durante una noche o unas doce horas, al cabo de las cuales se sacude el tablero sobre un papel para que salten las partículas que no quedaron adheridas. Esta operación también se puede hacer pasando un cepillo de cerdas finas sobre la superficie.
A continuación puede procederse a rellenar otra zona, y así sucesivamente, hasta haber completado todas las zonas del cuadro. Una vez acabado éste se puede completar con un marco que de mayor énfasis a la obra.
Cuando rellene una zona tras otra, de una cuidadosa mano de cola con el pincel, ya que los contornos de la zona ya realizada no deben recibir porción alguna de pegamento. Siempre cuide de corregir los defectos de rellenado y dejar secar. Los cuadros de arena cobran mayor realce si alternan con motivos en relieve o bien con cierto tipo de texturas (tejidos, por ejemplo) de materiales diversos. En caso de que desee conseguir otros efectos especiales que la simple disposición contrastada de tonos planos se puede recurrir a varios trucos. Por ejemplo, un relieve particular reiterando varias capaz o estratos de una arena de tono claro y luego verter estaño fundido con ayuda de una barra de soldar caliente. Otra alternativa de realizar un cuadro en relieve es trazar un esbozo sobre un papel cualquiera pero a tamaño natural. Se traslada luego el dibujo sobre un tablero de aglomerado o terciado. Mediante una sierra de calar se recortan las piezas que deben superponerse para lograr el relieve deseado. Los tableros se encolan entonces entre sí. El decorado con arena se consigue aquí del mismo modo expuesto para una superficie plana. Teniendo en cuenta que un cuadro de esta naturaleza suele pesar bastante, convendrá asegurarse previamente en la manera de colgarlo en la pared, a fin de evitar posteriores consecuencias desagradables.
DE ARMONIZACIÓN DE VIVIENDAS Y NEGOCIOS MEDIANTE LA TÉCNICA CHINA DEL FENG SHUI (parte 8)
¿COMO AFECTAN LAS ENERGIAS DE LAS DIRECCIONES TERRESTRES NUESTRO HOGAR Y NEGOCIOS?
Norte
Las energías del norte tienden a ser inestables (por eso los chinos enseñan que “el Norte es el cuarto del mal”) La gente que usa una habitación o puerta ubicada en la sección Norte necesita poner una precaución y cuidado extremo porque estas energías pueden predisponer a conflictos u obstáculos sorpresivos.
Hay una tendencia en ellos a verse envueltos en accidentes con fuego o quemaduras. Suelen tener conflictos con terceros. Puede resultar en pérdidas financieras y conflictos legales. Los problemas de salud son frecuentes, especialmente los vinculados ala circulación sanguínea. Así que si usted duerme en estas habitación, y suele tener problemas de salud, ponga especial cuidado y supervísela frecuentemente. No haga nada negativo en este lugar (como discutir o encerrarse a llorar ni tampoco mueva demasiado frecuentemente los muebles de esa habitación, para no perturbar las inestables energías negativas de este sector. Es conveniente poner abundantes plantas, tanto del lado interior como exterior al norte de la casa. Trate de minimizar el uso de una puerta norte o habitación norte pero, si lamentablemente esto es imposible, sería una excelente idea usar varios de los adminículos neutralizadores de energías negativas descriptos a lo largo de este libro.
Noroeste
Una puerta al noroeste o el uso frecuente de una habitación en ese lugar trae movimientos de progreso. Esto es especialmente cierto para jefes de familia u hombres asociados a la Dirección Oeste. Ellos se beneficiarán con éxitos laborales, viajes y adquisiciones. Sin embargo, para la gente regida por la Dirección Este, el usar la dirección Noroeste implicará éxitos que se pagarán con grandes costos personales. Por ejemplo, todo incremento en el ingreso de dinero irá acompañado de discusiones familiares y problemas de salud del tipo alérgico. Cerrar negocios en este sector –aunque sólo sea de palabra- puede acarrear complicaciones al despistado lindantes con lo policial.
Oeste
Hogares y negocios orientados hacia el oeste tienen mejores oportunidades de felicidad y prosperidad, nuevas oportunidades y poder. Las mujeres, especialmente aquellas regidas por esta dirección, sacarán mayor provecho que nadie de tales energías. Pero porque las mujeres son más fuertes en el Oeste, el uso excesivo de ese sector le traerán frecuentes conflictos con los hombres. Los hombres regidos por la Dirección Este que usen frecuentemente el Oeste deberán tener cuidado de heridas en piernas, brazos y una cierta inclinación a los malos hábitos.
Sudoeste
Si usted es una mujer vinculada al campo de las terapias alternativas o el entretenimiento, y tiene su ámbito de trabajo en el sector Sudoeste, verá favorablemente incentivadas sus actividades. Disfrutará mejor sus asuntos, se expandirá y recibirá el apoyo de gente solidaria. Pero atención: las parejas que duerman en una habitación ubicada en este sector tenderán a sufrir resfríos, trastornos genitales y problemas generados por buscapleitos regidos por la Dirección Este. Todo se superará con estoicismo y paciencia.
Centro
Las habitaciones correspondientes al casillero central del ba-gua traerán éxito y prosperidad, especialmente para quienes hacen del trabajo intelectual su actividad cotidiana. Si usted tiene que rendir exámenes u obtener pronto una matriculación o titulación, haga la experiencia de dormir en el centro de la casa, aunque debe aclararse que esto es sólo cierto para las mujeres, ya que los hombres que hagan esta experiencia se verán invadidos por un pobre discernimiento, agresividad inútil y pereza. Podrían tener accidentes vinculados al fuego, tenderán a prestar oído a los malos consejos y rechazar la sana crítica constructiva, lo que redundará en pérdidas de dinero.
Sur
Generalmente, puertas y habitaciones hacia el sur se asocian con la inteligencia. Pero también ocasionan que se acerquen a la vida de los habitantes de esa casa toda clase de estafadores, envidiosos, hipócritas y mentirosos que tratarán de perjudicarles cuando sus asuntos –los de los habitantes de la casa, digo- los tenga más ocupados. Si duerme en una habitación Sur, tome especial cuidado con sus oídos, cuello y cabeza.
Sudeste
Tener puertas al Sudeste o usar frecuentemente habitaciones allí ubicadas suele ser beneficioso para quienes tengan empleos alternativos a los habituales, o secundarios, pero también puede traducirse en problemas y enfermedades para aquellos nacidos bajo la Dirección Oeste. Si usted tiene una entradas principal al sudeste o emplea habitualmente una habitación allí ubicada, pongas especial atención al conducir o viajar. Minimice riesgos y actividades peligrosas. Los chicos nacidos bajo la Dirección Sudeste tendrán tendencia a padecer asma, alergias y heridas en las extremidades.
Este
Tener una puerta al Este o una habitación principal en esa dirección trae fama, intuición y perspiscacia a las personas regidas por la misma. Empero, también trae adulterio, robos y ofensas de vecinos. Las mujeres que pasan mucho tiempo en esa dirección suelen tener conflictos con otras, lo que se verá agravado si hay abundantes elementos negativos en ese punto o dichas mujeres están regidas desde su nacimiento por la Dirección Oeste.
Noreste
Las personas con puertas al noreste o habitaciones principales en tal sentido suelen tener tendencia la frivolidad. Se verán envueltas en historias de borracheras, adulterio y chusmeríos, todo lo cual causará frecuentes disputas, pérdida de dinero y batallas legales. Sin embargo, estilos de vida alternativos, y todo lo relacionado con la música y las artes en general, en cambio, verán acrecentados sus resultados si las áreas de trabajo a ocupar se encuentran en tal Dirección.
Recuerde que hay más de sesenta factores en cada análisis de Feng Shui. Por ello, no hay que olvidar que estas recomendaciones son de carácter general, y es muy posible que su caso particular requiera asesoramiento especializado. No dude, en consecuencia, de acudir a un practicante profesional.
¿CÓMO ESTA SU CORAZON?
En Feng Shui, su casa puede ser considerada su otro cuerpo. Cuando el “chi” está bloqueado en su cuerpo, usted experimenta dificultades y enfermedades. Cuando el “chi” de su casa está bloqueado, usted también experimenta dificultades y enfermedades, en la forma de emociones desagradables, problemas de salud, relaciones dificukltosas y hechos que día a día muestran mayor dificultad.
El living de su casa puede ser considerado como el “corazón”. Como éste, es mejor que sea “abierto”, cálido y acogedor. Idealmente, es un lugar para profundizar relaciones, y estas relaciones deben surgir naturalmente. Y así como un corazón “abierto” encuentra la felicidad, un living “abierto” también la atrae.
El living es primariamente “yang” y en su naturaleza debe ser un sitio que invite a la gente, familiares y amigos, a acercarse, relajarse y disfrutar de nuestra compañía en medio de conversaciones estimulantes.
En ocasiones, redistribuir los muebles puede proveer un clima de mayor bienvenida. Sillones cómodos contribuyen a ese efecto y también, disponer el mobiliario en forma de “octógono” (como el ba-gua) es considerado un conveniente paso para atraer hacia la casa a las buenas ondas de un “chi” prometedor. Es preferible que la habitación permanezca abierta, muy iluminada –especialmente con luz natural- y donde el aire pueda circular fácilmente. Si un televisor es lo primero que se ve al ingresar, especialmente si está a la izquierda desde donde mira el visitante, éste puede experimentar la incómoda e indefinible sensación que no es del todo bienvenido. Es interesante, también, hacer la experiencia de caminar por el living. Si usted puede desplazarse fácilmente con gráciles movimientos curvos, el “chi” también lo hará. Toda dificultad en el desplazamiento que usted encuentre, también la encontrará el “chi”.
Música suave de fondo y el sonido de una pequeña fuente de agua calmará los nervios de todos, y no es mala idea atemperar sonidos molestos y discordantes, aceitando las bisagras de las puertas así como de las ventanas, y usando alfombras que hagan el caminar mullido y silencioso.
Huela el aire. ¿Es agradable o todavía conserva el tufillo de la última juerga?. Acostúmbrese a mantener las ventanas abiertas para que se renueve la atmósfera. Incienso de buena calidad o aceites esenciales contribuirán a este efecto. Atomizadores de agua donde habrá echado algunas gotas de aceite esencial también contribuirán a eliminar del ambiente radiaciones negativas.
Recuerde algunas cosas
- Lo roto no sirve.
- Lo que no haya usado en los dos últimos años, es innecesario. Deshágase de ello.
- Si algo no “luce” bien o no parece “estar” de la manera “correcta”, no se resigne. Muévalo.
- En creatividad, confíe en su intuición.
- Esfuércese en que todo parezca mejor. La decoración no es un gasto, es una inversión.
- Tómese su tiempo. Y tome tiempo para usted, para “disfrutar” su casa, que no es lo mismo que “usar” su casa.
- Recuerde que la verdad está en las cosas simples y naturales.
- Use la imaginación en su casa, no sólo para su casa. Cuando los pensamientos vuelan, la energía fluye.
¿Cuándo el Feng Shui está bien hecho?
- Cuando es estético
- Cuando nos gusta
- Cuando gusta a otros
- Cuando es funcional
- Cuando es práctico
- Cuando nos permite progresar
- Cuando nos hace felices.
EL ZOOLÓGICO CELESTIAL Y LOS CUATRO ANIMALES DEL FENG SHUI
Los estudiantes del Feng Shui afirmamos que el cielo es, en muchas maneras, un reflejo de la sociedad humana. Esto se basa en el hecho que durante la dinastía Han, los jefes del clan del tigre (Shang –yin-) usaban caparazones de tortugas de río (llamadas allí “bie”) para enviar mensajes a sus honorables muertos y celebraban rituales en honor a la Estrella Pájaro (Ni-ao), de quien pensaba era el principal mensajero de los dioses. Los jefes Yin también empleaban dragones de agua (long) para simbolizar la oscuridad, y que las tradiciones astronómicas en tiempos del filósofo Yao (alrededor de 2300 años antes de Cristo) ya expresaban como la lucha de dos animales, Gong Gong y Zhuan Xu, cuyos sacudones enlentecían el desfile de la Tierra por el cielo, podrían simbolizar el conocimiento del fenómeno de la precesión de los equinoccios.
Una tumba en Puyang (provincia de Henan) construída unos 700 años antes de Yao, muestra en su parte norte cuatro animales girando en el cielo. Ello se refiere al remoto conocimiento de los ciclos lunares reflejándose sobre el fondo estático de cuatro megaconstelaciones, trasladándose a través de siete “xiu”, o sectores del cielo, un conocimiento que, transmitido luego por hindúes y árabes, es increíblemente antiguo. El investigador Gustav Schlegel señala que posiblemente proceda del Neolítico, hace 16.000 años. Estos cuatro animales –Dragón, Tigre, Tortuga y Pez- se asocian con las cuatro direcciones principales, y tienen que ver con el hecho que cada dirección debe poseer emblemas de su animal correspondiente, si se quiere que el Chi dominante del lugar alcance su máximo grado de potencialidad benéfica. Recuérdese que el Pez puede ser reemplazado –en realidad, simbolizado- por el agua., y así, un acuario o un cuadro con ondas y formas curvas intrínsecamente significará el mismo.
EN NEGOCIOS Y OFICINAS
Además de todas las recomendaciones planteadas, en negocios y oficinas –lo que no quita que se haga también en hogares particulares- deben colocarse cuadros y elementos decorativos cuya energía responda a los lineamientos del Feng Shui. En mis años de experiencia –y he aquí un buen emprendimiento para algunas activas lectoras- he observado la utilidad magnífica que en tal sentido prestan los “canevá” o “gobelinos”, tapices de alegres colores y vivos motivos tejidos con lana sobre tensos bastidores que sostienen telas de trama abierta, como la bayeta o arpillera. En consecuencia, se pueden elegir motivos asociados formal o simbólicamente al animal correspondiente para decorar la parte de la casa que le corresponda. La selección de motivos, tanto para pintar, tejer como objetos a instalar, agrupados según animales y de acuerdo a esta relación:
DRAGON------------------NORTE
TIGRE----------------------ESTE
TORTUGA-----------------OESTE
PEZ---------------------------SUR
Finalmente, tómense en cuenta estas observaciones.
Si usted percibe que las energías negativas de su oficina son excesivas y está impedido de hacer grandes cambios, simplemente separe lo más que pueda su escritorio de la pared –cuidando de dar la espalda a la misma- ubicando, en el ángulo a sus espaldas más cercano a un pasillo o una “L” de la construcción, una planta, y colocando dentro de su escritorio dos flautas de caña con las cintas rojas que describiéramos permanentemente cruzadas.
Recuerde que la diagonal opuesta a la puerta de acceso a la oficina es el lugar de mayor energía positiva. Busque la mejor excusa posible para que le ubiquen allí.
Las oficinas de planta regular son mejores que las irregulares.
Colocar un divisor (los hay muy funcionales de ladrillos de vidrio, pero sirve un mueble) lo más cerca posible a la puerta de entrada canaliza uniformemente la energía que ingresa al lugar.
DE ARMONIZACIÓN DE VIVIENDAS Y NEGOCIOS MEDIANTE LA TÉCNICA CHINA DEL FENG SHUI (parte 9)
SEPA CUAL ES SU DIRECCIÓN DOMINANTE
Si el lector ha estado atento a las descripciones de los dos últimos capítulos, habrá observado la importancia preponderante que en el Feng Shui histórico se le da al sistema astrológico de las 9 Estrellas. Como este libro ha sido concebido en orden de ser una introducción práctica a la aplicación de este sistema, dejaré para otra oportunidad –seguramente nacida del interés (o no) que este libro despierte en el público y su afán de profundizar más en él- la teoría y práctica astrológica de ese método. Baste comprender que así como el Feng Shui es conocido popularmente en Occidente como un eficientísimo sistema de reconversión positiva de las energías de un lugar físico, menos difundido está su valor como sistema predictivo de acontecimientos personales o generales. Una astrología del Feng Shui bien podría ocupar buena parte de una segunda edición de este tratado.
Pero en cierta manera deberemos introducirnos sucintamente en ese terreno ya que, sin ir más lejos, en distintas ocasiones hemos mencionado, por ejemplo, direcciones asociadas –o asociables- con cada persona. Así, hemos escrito de personas del sudeste, o chicos regidos por el noroeste, etcétera. Así que dedicaremos algunas páginas a aclarar este concepto.
La más antigua astrología china trabajaba, como hemos visto, con doce animales celestes. En cierto momento histórico, se produce una escisión, algo así como un cisma intelectual, y un grupo creciente de antiguos estudiosos se volcaron a trabajar con los elementos: metal, agua, madera, fuego y tierra, cinco que, divididos a su vez en mayores y menores, nos entregan diez posibles combinaciones. Y como una evolución natural de ambos sistemas, nació un tercer método, el que buscaba el equilibrio entre el cielo y la tierra, allí donde, precisamente, está el ser humano; a este tercer método se le conoció como el sendero de las 9 Estrellas.
No es éste el lugar para describir en detalle el método, sino simplemente remitirnos a describir en forma sintética y concreta cómo se determina la dirección regente de cada individuo. Básicamente debe saberse que, de acuerdo al año de nacimiento, así como cada persona tiene un animal y un elemento, también tiene un elemento de determinado color, una parte determinada del cuerpo de un rey (simbólico) y una dirección. Circunscribiremos nuestro interés a este último punto, para todos los nacidos desde 1910 al año 2010.
AÑO DIRECCIÓN - 1910 Sur - 1911 Noreste - 1912 Oeste - 1913 Noroeste - 1914 Centro - 1915 Sureste - 1916 Este - 1917 Suroeste - 1918 Norte - 1919 Sur - 1920 Noreste - 1921 Oeste - 1922 Noroeste - 1923 Centro - 1924 Sureste - 1925 Este - 1926 Suroeste - 1927 Norte - 1928 Sur - 1929 Noreste - 1930 Oeste - 1931 Noroeste - 1932 Centro - 1933 Sureste - 1934 Este - 1935 Suroeste - 1936 Norte - 1937 Sur - 1938 Noreste - 1939 Oeste - 1940 Noroeste - 1941 Centro - 1942 Sureste - 1943 Este - 1944 Suroeste - 1945 Norte - 1946 Sur - 1947 Noreste - 1948 Oeste - 1949 Noroeste - 1950 Centro - 1951 Sureste - 1952 Este - 1953 Suroeste - 1954 Norte - 1955 Sur - 1956 Noreste - 1957 Oeste - 1958 Noroeste - 1959 Centro - 1960 Sureste - 1961 Este - 1962 Suroeste - 1963 Norte - 1964 Sur - 1965 Noreste - 1966 Oeste - 1967 Noroeste - 1968 Centro - 1969 Sureste - 1970 Este - 1971 Suroeste - 1972 Norte - 1973 Sur - 1974 Noreste - 1975 Oeste - 1976 Noroeste - 1977 Centro - 1978 Sureste - 1979 Este - 1980 Suroeste - 1981 Norte - 1982 Sur - 1983 Noreste - 1984 Oeste - 1985 Noroeste - 1986 Centro - 1987 Sureste - 1988 Este - 1989 Suroeste - 1990 Norte - 1991 Sur - 1992 Noreste - 1993 Oeste - 1994 Noroeste - 1995 Centro - 1996 Sureste - 1997 Este - 1998 Suroeste - 1999 Norte - 2000 Sur - 2001 Noreste - 2002 Oeste - 2003 Noroeste - 2004 Centro - 2005 Sureste - 2006 Este - 2007 Suroeste - 2008 Norte - 2009 Sur - 2010 Noreste
TEORÍA, PRÁCTICA Y EJEMPLOS DE ARMONIZACIÓN DE VIVIENDAS Y NEGOCIOS
MEDIANTE LA TÉCNICA CHINA DEL FENG SHUI (parte 10)
ARBOLES Y PLANTAS ENERGÉTICAMENTE POSITIVAS PARA LA CASA O LUGAR DE TRABAJO
INCIENSO., ROMERO, LAVANDA, RUDA (“macho” o “hembra”), CONTRAHIERBA, HIERBABUENA, LLANTÉN, VIOLETA DE LOS ALPES.
BEGONIA, PINO (cualquier variedad), CIPRES, ALAMO, ALISIO, PALO DE AGUA, ROSAL (especialmente el silvestre o la variedad “sinesia”).
CLAVEL (especialmente el rojo), NOMEOLVIDES, PENSAMIENTOS, HELECHOS (transplantados en maceta o plantera, mejor de interior).
ALBAHACA, MANZANILLA, ARTEMISA, BONSÁI (asegúrese que sea auténtico, no una simple ramita plantada).
CACTUS PEQUEÑOS (es aconsejable tener uno de cada variedad, teniendo la precaución de no repetir ninguno para conservar la armonía vibratoria de los mismos. Si usted tiene computadora en su casa, no olvide colocar uno sobre ella, siendo indistinto que lo haga sobre el monitor o sobre el gabinete del disco duro –bueno, cuando menos el mío no se queja-.
ÁRBOLES Y PLANTAS ENERGÉTICAMENTE NEGATIVAS
SAUCE (especialmente el "llorón"), MALVON, GOMERO, ENCINA, HIGUERA, TUNA, ESPINILLO COLORADO, OMBU, ESTRELLA FEDERAL, CALA, CRISANTEMO, CACTUS GRANDES, HELECHOS SILVESTRES (su ubicación indica una zona cargada de negatividad).
Trabajo de Gustavo Fernandez
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