PAR BIOMAGNÉTICO Y PIRÁMIDES, BIOCUÁNTICA APLICADA


Existe una terapia que desarrollaron los médicos en Rusia entre 1950 y 1965, llamada terapia del par biomagnético. Luego la filtración de información estratégica llegó a Cuba y finalmente varios médicos de todo el mundo comenzaron a usarla con éxitos interesantes en diversas patologías.
Esta modalidad terapéutica de biomagnetismo se basa en una hecho científico descubierto por el Dr. Mijail Groschenko en 1936, que trata sobre los sistemas en equilibrio en los campos magnéticos de todos los cuerpos en el espacio, ya sea organismos vivos o simples objetos. Sus investigaciones interesaron a mucha gente en su época y como su madre era alemana y adinerada, tuvo oportunidad de decidir dónde quería vivir. Optó por irse a Berlín, donde no sólo se apreció su sabiduría como médico, sino también sus descubrimientos en la física, disciplina que amaba tanto como la medicina. Un laboratorio estatal le proporcionó recursos y medios para continuar su trabajo, parte del cual se perdió en 1945 a consecuencia de la toma de Berlín por las tropas aliadas. Groschenko fue llevado a Rusia como prisionero, nunca supieron más de él sus contactos en Occidente, pero muchos médicos alemanes exiliados en Argentina y Chile continuaron como pudieron su labor investigativa. Este tema era importante no sólo por su implicación en la medicina, sino también en asuntos de física, energía, depuración y desalinización de aguas, etc.

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TERAPIA CON IMANES

En Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay simplemente le llamaban magnetoterapia, dando lugar a la creación de pulseras magnéticas que conseguían buenos resultados en el tratamiento del reuma y otras dolencias crónicas y degenerativas. No garantizaban solución total en todos los casos, pero resultaron el mejor paliativo durante unos treinta años, entre 1960 y 1990, hasta que una corporación internacional compró los derechos de la fábrica que existía en Buenos Aires y la hicieron desaparecer, después de promocionar y elaborar unos cientos de miles de aquellas pulseras, pero "modificadas", para que no funcionen como las verdaderas, de modo que se desalentó completamente su uso. La razón es que deja más dinero un enfermo que nunca se recupera, que uno que lo hace definitivamente o que puede paliar la enfermedad hasta dejar de tomar medicamentos.

Tecnología Sagrada de las Pirámides

Por otro lado, los rusos no se quedaron dormidos. Aunque no llegó a aplicarse la magnetoterapia tan masivamente como hubiera sido deseable, Groschenko no debió pasarlo muy mal en su país natal, porque se aplicó sin persecuciones de ninguna clase y se difundió por un tiempo. Pero el Estado parece que no la promocionó demasiado o no hubo suficientes médicos que la difundieran ni avanzaran más sobre lo conseguido por el Dr. Groschenko en una difusión internacional. Sin embargo los cubanos recibieron mucha información al respecto y pusieron en marcha en varios hospitales los protocolos de investigación correspondiente.

Luego la Terapia del Par Biomagnético fue redescubierta y bastante difundida -en varios países- por el mexicano Dr. Isaac Goiz desde 1990, posiblemente con algunas mejoras pero soportando como todo "alternativo" en contra del mercado de la farmacopea multinacional, una serie de denuncias y denostaciones por el propio colectivo médico, por irresponsables nihilistas y falsos escépticos. Pero lo importante es que la terapia funciona si está correctamente aplicada, no sólo para tratar múltiples dolencias, sino también para hacer diagnósticos muy precisos, previendo enfermedades en estado incipiente y asintomático.

Sin embargo, aunque no existen efectos indeseables cuando el médico está debidamente entrenado en esta terapia, presenta el problema de que no puede usarse con sencillez por parte de un particular, ni de un terapeuta que no tenga una formación muy completa en medicina y especialización en magnetoterapia. En cambio, cuando los médicos cubanos comenzaron en 1984 a usar pirámides, con el Dr. Ulises Sosa Salinas como pionero, fueron descubriendo efectos muy similares entre la terapia del par biomagnético y la piramidoterapia. Ellos no recibieron la información por el Dr. Goiz, sino directamente de los estudios realizados por Groschenko en Alemania y continuados en Rusia.


En 2009, al contactar con médicos rusos que usan pirámides, a pesar de solicitarnos especial reserva sobre sus datos, pudimos constatar una vez más que par biomagnético y pirámides es algo que está estrechamente relacionado. Repasando la información contenida en varios DVD que nos habían dado poco antes en nuestro viaje a Cuba, constatamos que la teoría del Par Biomagnético es ni más ni menos que lo que en piramidología llamamos "Resonancia Magnética". Para explicar el fenómeno y sus repercusiones sería necesario escribir todo un libro, pero sintetizamos aquí lo siguiente:
La pirámide produce un efecto de Par Biomagnético de modo integral y a todos los niveles (orgánico, celular, molecular, atómico y cuántico) bajo una constante de medio Gauss, dado por el campo magnético terrestre, de modo armónico, sin efectos secundarios ni riesgos si se usan los materiales adecuados.

Cuando hablábamos de Resonancia Magnética, lógicamente estábamos refiriéndonos no sólo al pareo magnético, sino a una concatenación de efectos que ocurren en una pirámide bien construida y orientada con el campo magnético terrestre, pues hay una "Simpatía Magnética de la Forma" (SIMAFO), que afecta principalmente al agua y sin perjuicio de otras estructuras moleculares, así como una resonancia propiamente dicha, en los 440 Hz promedio del campo terrestre, en resonancia con los materiales empleados.

Tecnología Sagrada de las Pirámides

Otro de los factores que hacen parecer producto del pareo magnético, por lo que no pueden prosperar las bacterias infecciosas, es el hecho de que nada se pudre en la pirámide. Pero una cosa no quita la otra. El Efecto Piramidal es una concatenación de diversas causas y efectos que ocurren simultáneamente. El resultado es que nada se pudre dentro de ella, que todo se parea magnéticamente y basta para comprobarlo, con dejar olvidada en su interior la brújula con que se ha orientado. Al cabo de algunos días la brújula no servirá más, porque ella funciona por "desequilibrio", pues una punta está magnetizada y la otra no. Los organismos vivos se hacen susceptibles a toda clase de enfermedades cuando tienen desequilibrios magnéticos.

Dormir o vivir en una pirámide, o aún en el uso de antipirámide que aplican muchos médicos y terapeutas, implica realizar un pareo magnético, que será más integral, suave y constante cuando se permanece en el interior, o más rápido pero temporal cuando se aplican pirámides más pequeñas localmente, en la modalidad antipirámide. También cabe comentar que es posible y compatible realizar terapia de par biomagnético y piramidoterapia, pero no al mismo tiempo, ni teniendo los imanes cerca de las pirámides, ya que los campos magnéticos de éstas son interferidos por los potentes imanes. No obstante, difícilmente necesite una terapia de par biomagnético alguien que duerme en una pirámide, pues su cuerpo estará perfectamente pareado, equilibrado magnéticamente en todos los niveles. Esto también es importante en relación a la alcalinización de la sangre en la pirámide. No es que una persona que usa pirámides no pueda tener episodios de acidez estomacal, debido a una ingesta inadecuada o a ciertas intolerancias específicas, pero eso es muy diferente a tener acidez en sangre, cosa que no nos ocurre a los "piramidormilones". Demostrar esto es tan sencillo como hacer un análisis de sangre y comparar las medias con quienes no usan pirámides para dormir o vivir.



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